viernes, 27 de marzo de 2009

UNAS HERMANAS CARMELITAS ESTAN PASANDO DIFICULTADES EN VALLADOLID

Hermanos,

Mi nombre es Elsa y soy de la 1 ª comunidad de Leça da Palmeira (Portugal), en el paso de los 2ºs escrutinios cerrado.
Me comunico con las Monjas Carmelitas Descalzas de Valladolid (España) y tuve conocimiento de las grandes dificultades que viven.
En este sentido, transmitó el mensaje de correo electrónico que me han enviado, segura que los hermanos del camino neocatecumenal, especialmente de España, que con conocimiento de la situación, quieran ayudar.
Sigo a rezar y a pedir por lo que se ha expuesto, al menos, algunos donativos que puede aplazar la situación, pero se necesita de algo mucho más eficaz.

Por favor lles ruego que hagan llegar este mensaje a los hermanos de España.
Cierta que nuestro Señor oye nuetras oraciones.
La paz de Cristo

Elsa
1 ª comunidad de Leça da Palmeira
Portugal

----- Mensaje reenviado ----
De: Carmelitas Descalzas de Valladolid-Campo Grande
Para: Undisclosed-Recipient@yahoo.com
Enviado: jueves, 26 de marzo, 2009 7:54:24
Asunto: Reenviar, POR FAVOR MUY IMPORTANTE





J.M. J.T.





Jesús sea siempre en nuestras almas:



Soy la Priora de un Monasterio de monjas Carmelitas Descalzas. Somos dieciocho hermanas de edades comprendidas entre los 23 y los 85 años. El motivo de la presente carta es suplicar humildemente su ayuda, bien particularmente, o poniéndonos en contacto con amistades suyas o entidades que nos puedan ayudar, o por cualquier vía que a usted se le ocurra, pues precisamos ayuda urgente. A continuación paso a referirle la situación:



Llevábamos 400 años habitando un Monasterio en Medina de Rioseco, provincia y Diócesis de Valladolid, pero el paso del tiempo y la humedad que asolaba el piso bajo del convento fue deteriorando de tal manera el edificio que llegamos a encontrarnos en una situación realmente penosa, pues a la austeridad propia de nuestra vida hubo que añadir la humedad y el frío de estos crudísimos inviernos castellanos, con el deterioro de la salud de las hermanas que esto conlleva, especialmente de las más ancianas.



Al mismo tiempo era para nosotras inviable emprender una adecuada y definitiva restauración del edificio por carencia de medios materiales. Así que lo pusimos a la venta hace ya tres años, pero hasta el presente no hemos hallado comprador. Por caridad: piense a quién podría interesarle e indíquenos la posibilidad de ofertárselo a cualquier institución o particular que usted conozca y que pueda estar interesado en un edificio así. Se trata de un monasterio de principios del siglo XVII, típicamente castellano-carmelitano, enclavado en el casco urbano de Medina de Rioseco, con una capilla adosada que y amplia huerta. El conjunto conventual ocupa algo más de 10.000 m2 . Si desea más información y datos urbanísticos, pídanoslo y se lo facilitaremos con mucho gusto.



La venta del Monasterio es sólo un aspecto de la ayuda que solicitamos. La otra parte es pedirle cualquier ayuda económica urgente. Y –por caridad- haga correr esta carta entre sus conocidos y amistades, o facilítenos el moso de poder contractar nosotras con estas personas (amistades y conocidos suyos) que nos puedan ayudar económicamente, aunque sea con pequeños donativos. Por pequeña e insignificante que pueda parecerle a usted para nosotras siempre será mucho y lo agradeceremos muy de corazón, porque muchos pequeños donativos hacen una buena cantidad. Me explico:



La perspectiva de enfrentar allí un invierno más nos resultaba aterradora, pues –Dios sabe que no exagero- las condiciones en que nos hallábamos eran penosísimas. Además hay hermanas mayores en la Comunidad y con la salud muy quebrantada y... la perspectiva era terrible. También han el ingresado últimamente varias postulantes y comprendimos que resultaría muy penoso para ellas adaptarse a unas condiciones tan duras. Ante estas circunstancias tan difíciles, recurrimos a nuestra arma de siempre: la oración intensa y confiada. Se encomendamos a Dios con particular insistencia e intensidad y la Providencia Divina nos preparó una casa ideal y a propósito para nuestras necesidades, pues una comunidad de religiosas se iba y puso en venta su convento. Es una magnífica casa, muy bien conservada, enclavada en un lugar óptimo de Valladolid y a la que nos trasladamos definitivamente el 2 de junio del 2005 y en la que -gracias a Dios- nos encontramos muy bien por ser idónea y reunir las condiciones necesarias para vivir nuestro estilo de vida en paz y sin tropiezos.



Nuestro problema más urgente ahora es que – para poder adquirirla- fue preciso firmar una hipoteca y –como no logramos vender el convento de Medina de Rioseco- no tenemos dinero para poder afrontar las cuotas. Nos encontramos ya al borde del embargo y no sabemos que hacer. Hasta ahora hemos ido saliendo adelante porque diversas personas nos han ido ayudando y porque el Banco ha sido “benevolente” concediéndonos una serie de períodos de carencia, aunque siempre hemos tenido que abonar intereses, y así seguimos. Resumiendo, necesitamos:



1º- Urgentemente dinero para poder ir pagando y evitar que nos embarguen.



2º- Vender el Monasterio de Medina de Rioseco para poder amortizar la mayor parte del crédito hipotecario.



Esto es –a grandes rasgos- lo que hay. Si desea saber algo más, pregúntenos con toda sencillez, puede llamarnos por teléfono al 983 207278, visitarnos... lo que usted desee. Si no le contestamos en el teléfono fijo o salta el contestador automático, deje su mensaje o inténtelo en este número: 610 083357. Si se le ocurre alguna posible solución, comuníquenosla y si nos da alguna limosna... se lo agradeceremos eternamente. No se desanime pensando que lo que puede es poco y deje por eso de dárnosla. Estamos pidiendo ayuda a muchas personas y entidades y entre todos lo lograremos. Además nos atrevemos a suplicar la limosna de sus oraciones pidiendo al Señor que mueva muchos corazones generosos y –todos unidos- nos ayuden a salir adelante en esta Casita de la Virgen en la que luchamos porque el Sagrado Corazón de Jesús tenga sus delicias.



Copio a continuación un número de cuenta del Banco Popular en la que pueden ingresar cualquier cantidad:



CCC: 0075 0420 21 0600788309



Si nos envían un Giro Postal o un talón bancario debe ir a nombre de Carmelitas Descalzas de Valladolid-Campo Grande. La dirección completa va en el encabezado de esta carta.



No le robamos más tiempo. Que Dios le bendiga y mueva su corazón a ayudarnos. Es la plegaria que interiormente repito al finalizar esta carta. Un saludo afectuoso en Jesús, María y José





Fdo: Olga María del Redentor, i.c.d.

Priora



Valladolid, 25 de marzo del 2009



M.M. Carmelitas Descalzas
Monasterio del Corazón de Jesús y San José
Paseo de los Filipinos nº5
47007 - VALLADOLID

lunes, 23 de marzo de 2009

Anda, tu hijo está curado.

EVANGELIO DE HOY

23/03/2009, Lunes de la 4ª semana de Cuaresma.

PRIMERA LECTURA
Ya no se oirán gemidos ni llantos
Lectura del libro de Isaías 65, 17-21


Así dice el Señor: «Mirad: yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva: de lo pasado no habrá recuerdo ni vendrá pensamiento, sino que habrá gozo y alegría perpetua por lo que voy a crear. Mirad: voy a transformar a Jerusalén en alegría, y a su pueblo en gozo; me alegraré de Jerusalén y me gozaré de mi pueblo, y ya no se oirán en ella gemidos ni llantos; ya no habrá allí niños malogrados ni adultos que no colmen sus años, pues será joven el que muera a los cien años, y el que no los alcance se tendrá por maldito. Construirán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán sus frutos.»


Salmo responsorial Sal 29, 2 y 4. 5-6. 11-12a y 13b
R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R. Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo. R. Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R.

SEGUNDA LECTURA



EVANGELIO
Anda, tu hijo está curado
Lectura del santo evangelio según san Juan 4, 43-54

En aquel tiempo, salió Jesús de Samaria para Galilea . Jesús mismo había hecho esta afirmación: «Un profeta no es estimado en su propia patria.» Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verle, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. Jesús le dijo: - «Como no veáis signos y prodigios, no creéis.» El funcionario insiste: - «Señor, baja antes de que se muera mi niño.» Jesús le contesta: - «Anda, tu hijo está curado.» El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo estaba curado. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: - «Hoy a la una lo dejó la fiebre.» El padre cayó en la cuenta de que ésa era la hora cuando Jesús le había dicho: «Tu hijo está curado.» Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.

Palabra del Señor.

¿Creía él mismo su esperanza?
23-03-2009

Is 65,17-21; Sal 29; Ju 4,43-54

Llegando esta lectura de Isaías uno se dice: no es verdad. Isaías es un iluso, un engañador, quizá, porque ¿podía creer él mismo sus palabras? No vivimos en un cielo nuevo y una tierra nueva; quien lo diga es mentiroso pertinaz. Al contrario, cada día el cielo es más viejo y la tierra más hastiante, si cabe. ¿Cómo nos dices estas cosas, tan manifiestas falsedades? ¿Quieres que nos recluyamos en un corralito de mentira y mentecatez, desconociendo de manera tan burda quiénes somos de verdad y cómo es el mundo?

Fijaos, las palabras que me han salido son las de alguien que ha perdido por completo la esperanza. Mas las lecturas de hoy, una vez más, son una llamada plena a la esperanza. Lecturas que no van por suelto, sino que se encuadran en un acto asombroso de acción de gracias, porque eso que nos indica Isaías no es una realidad tangible, sino una promesa, lo que está adviniendo, que ya comienza a crecer en nosotros, queriendo hacer de nosotros actores principales de eso que viene. Mas algo que se nos dona, no que sacamos de nuestras propias fuerzas al mirar el fastidio de lo que somos y de lo que es el mundo.

Mirad, eso que decís, porque no tenéis esperanza, es hacedero. Lo imposible es posible. ¿Cómo? ¿Me lo tendré que dar yo a mi mismo?, ¿me lo darás tú? No, es fruto de un encuentro y de una súplica. ¿Encuentro con quién, con los hacedores de las vanas esperanzas, de las ideologías, de los engaños fumantes, del derroche sexual buscador de placeres continuados, del encuentro, por fin, con el dinero y el poder? Pues no, fruto del encuentro con esa singular persona que se llama Jesús.

Encuentro vivo, en la carne. El funcionario real oyó de él y corrió a él. Había perdido toda esperanza, pero le quedaba aún un resto de inconformismo, no quería aceptar la muerte de su niño. Y corrió a Jesús en el puro anhelo. ¿Qué buscaba? Lo imposible: la vida de su hijo. Como si no murieran injustamente cada día miles de niños, envueltos también en la desesperanza. Se acercó a Jesús. ¿Qué le pide? Lo que le preocupa en lo más íntimo de sí. ¿Es que tiene alguna esperanza, hay alguna probabilidad de la curación de su hijo? Todas esas maneras las tiene ya perdidas. Pero Jesús es, para él, una esperanza, última, definitiva esperanza. ¿Por qué? Por lo que ha oído, seguramente. Signos y prodigios. ¿Por qué no también con mi hijo? Señor, baja antes de que se me muera mi niño.

No tiene más dentro de sí. El mundo se le cierra con esa muerte. Ya no cabría la esperanza en su vida. Sólo la negrura del vivir cotidiano en la mentira y la mentecatez, que él, por su posición social, conoce bien. Insiste: baja. Anda, tu hijo está curado. Pero ¿cómo?, ¿curado a distancia, curado por internet? Curioso, y ahora viene el punto clave: el hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Una vez más, el punto clave está en ese creer que acepta hasta lo imposible, lo incontrolable, lo que de primeras no tendría ni pies ni cabeza. Lo que hace hervir en nosotros la esperanza. Bajó y vio, a la misma hora su niño quedó curado.

¿No es una historia que nos llena de asombro? Cree, y la esperanza se hace realidad en tu vida. Ahora sí, el mirad de Isaías tiene espesor.

Leer el comentario del Evangelio por :

Gregorio de Narek (hacia 944-hacia 1010), monje y poeta armenio
El libro de las oraciones, 12,1

«Como no veáis signos y prodigios, no creéis»


«Todo el que invoca el nombre del Señor se salvará» (Jl 3,5; Rm 19,13).
En cuanto a mi no sólo le invoco, sino que ante todo creo en su grandeza.
No es por lo que me da que persevero en mis súplicas, sino porque es la Vida verdadera
y es en él que respiro; sin él no hay movimiento ni progreso.
No es tanto por los lazos de la esperanza que soy atraído sino por los lazos del amor.
No es de los dones sino del Dador que siempre tengo nostalgia.
No aspiro a la gloria, sino que quiero abrazarme al Señor de la gloria.
No es la sed de la vida la que siempre me consume, sino el recuerdo de aquel que da la vida.
No es por el deseo de felicidad que suspiro, que desde lo más profundo de mi corazón rompo en sollozos, sino por el deseo de aquel que lo prepara.
No es el descanso lo que busco, sino el rostro de aquel que pacificará mi corazón suplicante.
No es por el festín nupcial que languidezco, sino del deseo del Esposo.
En la espera cierta de su poder a pesar de la carga de mis pecados, creo con una esperanza inquebrantable y me pongo confiadamente en la mano del Todopoderoso, de quien no solamente obtendré el perdón sino que le veré a él mismo en persona, gracias a su misericordia y a su compasión y, aunque merezco perfectamente ser proscrito, heredaré el cielo.

domingo, 22 de marzo de 2009

Porque Dios envió a su Hijo al mundo, para que el mundo se salve por Él.

EVANGELIO DE HOY

22/03/2009, Domingo de la 4ª semana de Cuaresma.

PRIMERA LECTURA
La ira y la misericordia del Señor se manifiestan en la deportación y en la liberación del pueblo
Lectura del segundo libro de las Crónicas 36, 14-16. 19-23


En aquellos días, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, según las costumbres abominables de los gentiles, y mancharon la casa del Señor, que él se había construido en Jerusalén. El Señor, Dios de sus padres, les envió desde el principio avisos por medio de sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su morada. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras y se mofaron de sus profetas, hasta que subió la ira del Señor contra su pueblo a tal punto que ya no hubo remedio. Los caldeos incendiaron la casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén; pegaron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos. Y a los que escaparon de la espada los llevaron cautivos a Babilonia, donde fueron esclavos del rey y de sus hijos hasta la llegada del reino de los persas; para que se cumpliera lo que dijo Dios por boca del profeta jeremías: «Hasta que el país haya pagado sus sábados, descansará todos los días de la desolación, hasta que se cumplan los setenta años.» En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de la palabra del Señor, por boca de Jeremías, movió el Señor el espíritu de Ciro, rey de Persia, que mandó publicar de palabra y por escrito en todo su reino: «Así habla Ciro, rey de Persia: "El Señor, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. Él me ha encargado que le edifique una casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él, y suba!"»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 136, 1-2. 3. 4. 5. 6
R. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.

Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión; en los sauces de sus orillas colgábamos nuestras cítaras. R. Allí los que nos deportaron nos invitaban a cantar; nuestros opresores, a divertirlos: «Cantadnos un cantar de Sión.» R. ¡Cómo cantar un cántico del Señor en tierra extranjera! Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha. R. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti, si no pongo a Jerusalén en la cumbre de mis alegrías. R.

SEGUNDA LECTURA
Estando muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2, 4-10

Hermanos: Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo -por pura gracia estáis salvados-, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Pues somos obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Dios mandó su Hijo al mundo para que el mundo se salve por él
Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 14-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: - «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»

Palabra del Señor.

Nuevas hechuras de Dios
22-03-2009

2Cr 36,14-16,19-23; Sal 136; Ef 2,4-10; Ju 3,14-21

Me parece singular por demás que uno de los grandes diccionario de griego clásico a la palabra ktísis, derivada de un verbo que significa construir casas de nueva planta, fundar una colonia, le dé un segundo significado nuevo: crear, y de ahí la creación, el universo. Para el primer significado refiere sólo a Rom 1,20; para el segundo, sólo a Mc 10,6, etc. En el principio Dios hizo el cielo y la tierra, dice la Biblia griega de los LXX, con el verbo, poíeo: el mundo es hechura de Dios; de ella deriva poesía. En su griego, pues, Dios será, con la palabra clásica de Platón, el Hacedor —el Poeta. El NT crea una palabra nueva: el Creador. ¿Es esto una minucia?

Porque san Pablo nos dice hoy algo que asombra: somos hechura suya, ya que fuimos creados en Jesucristo para las buenas obras que Dios preparó. La salvación por la gracia, pues, es para nosotros una segunda creación; creación con esa palabra técnica, de significado fuerte, específica del NT. Esto significa que estábamos muertos, mas por su amor y misericordia Dios nos ha hecho (creado para) vivir en Cristo. Y vivimos una vida nueva. Resucitados con Cristo Jesús y sentados en el cielo. Por pura gracia hemos sido salvados. Siempre en Cristo Jesús. Nunca por nuestras propias fuerzas —por naturaleza éramos hijos de la desobediencia (Ef 2,3). Siempre por iniciativa graciosa de Dios. Nunca estirándonos nosotros de las orejas para crecer y llegar hasta él. Estamos salvados por le fe en Cristo Jesús. Mas esto es un don de Dios. Sólo de ahí nos viene y alcanza la salvación. Somos obra suya. Fuimos creados en Cristo desde siempre para las buenas obras; para que caminemos por ellas; para que procedamos según lo que es nuestra vocación (Ef 4,1). Y hoy esa nueva creación, en Cristo, nos ha salvado. Palabras, pues, muy mayores.

Para el pueblo de Israel fue brutal encontrar que todo se les vino abajo, aniquilado por entero, el templo, las ciudades, las personas; sólo un resto tomó el camino del destierro en Babilonia. ¿Les había abandonado su Dios?, ¿no había cumplido la alianza con su pueblo? Duro e ininteligible presente. ¿Cómo era posible? A toro pasado, desterrados en tierra extranjera, el pequeño resto comenzó a pensar. Lo venían anunciando los profetas: castigo implacable de la ira de Dios por desencantarse con su pueblo. Pero, entonces, aun con su infidelidad, ¿qué pasa con la fidelidad de Dios? ¿Dios les sería infiel en esos momentos de terrible zozobra? No. Se cumplía ya lo anunciado por Jeremías: pagarán con tal desolación durante setenta años, pero la fidelidad de Dios dura siempre. Pedagogía de Dios para enseñar a su pueblo. Mirad, ya Ciro, rey de Persia, les envía de nuevo a Jerusalén y les edificará un templo.

Juan nos lo dice con su inmensa fuerza. No se trata de una pedagogía transitoria: el Hijo del hombre tiene que ser elevado para que todo el que tiene fe en él tenga vida eterna. Dios ha entregado al Hijo, y lo hizo por amor. No para condenar al mundo, sino para que se salve por él. Sólo nos pide que creamos en él. Que aceptemos la luz que viene a nosotros, y abandonemos las tinieblas. Así se nos abren perspectivas para siempre.

Nada tiene de extraño que los autores del NT tuvieran necesidad de inventar una nueva palabra, abrir un nuevo mundo de entendimiento, para hablar de esta nueva creación.

Leer el comentario del Evangelio por :

Sermón atribuido a san Efrén (hacia 306-373), diácono en Siria, doctor de la Iglesia
Sobre la penitencia

«El Hijo del hombre tiene que ser elevado para que todo el que cree en él tenga vida eterna»


Cuando el pueblo pecó en el desierto (Nm 21,5s), Moisés, que era profeta, ordenó a los israelitas poner una serpiente sobre una cruz, es decir, dar muerte al pecado, y levantarla... Era preciso mirar a esta serpiente, puesto que los hijos de Israel fueron castigos con mordeduras de serpiente. ¿Y por qué unas serpientes? Porque habían renovado la conducta de nuestros primeros padres. Adán y Eva habían pecado los dos al comer el fruto del árbol; los israelitas habían murmurado también por una cuestión de comida. Proferir palabras de lamento porque hay que comer legumbres, es el colmo de la murmuración. Por eso dice el salmo: «En el desierto se revelaron contra el Altísimo» (Sl 77, 17). Ahora bien, también en el paraíso la serpiente estuvo en el origen de la murmuración...

Así los hijos de Israel debían aprender que la misma serpiente que había tramado la muerte de Adán, les había procurado también a ellos, la muerte. Moisés la colgó de un madero para que, viéndola, por la similitud, se acordaran del árbol. En efecto, los que volvían sus ojos hacia él eran salvados, ciertamente que no gracias a la serpiente, sino por su conversión. Miraban la serpiente y se acordaban de su pecado. Porque les había mordido, se arrepentían una vez más y se salvaban. Su conversión transformaba el desierto en morada de Dios; el pueblo pecador, por la penitencia, se volvió una asamblea eclesial, y mejor aún, a pesar de él, adoraban la cruz.
Oración introductoria:
Señor, tú me enseñas que, para que mi vida espiritual sea sólida, debe cimentarse en una fe honda y robusta, en una actitud filial de amor, confianza y adoración. Haz que mi oración se torne operante y derive en actitudes y comportamientos concretos.
Petición:
Jesús, ayúdame a amarte, para estar en condiciones de transmitirte a los demás, como apóstol del Regnum Christi.
Meditación:
No hay palabras más bellas y consoladoras que éstas: “Tanto amó Dios al mundo”. Esta frase la podemos muy bien aplicar a cada uno de nosotros: “Tanto me ha amado Dios, que me dio a su Hijo único…”. Dios tiene por nosotros un amor apasionado y nos envía a Jesús para manifestarnos ese cariño que nos tiene. Lo primero que debemos hacer es creer en este amor gigante de Dios. Repitámoslo: somos muy queridos por Dios. Meditemos con profundidad, en la medida de nuestras posibilidades, en esta certeza. Dios nos ama gratuitamente. Quiere darnos la mayor de las felicidades posibles. Dios nos ha dado la existencia para que podamos gozar de su amistad. ¡No hay mayor dicha en este mundo que corresponder al amor de Dios! “Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por Él”. Parece que con estas palabras Dios nos quiere acercar a su amor y perdón. Esta lección dada por Jesús a Nicodemo, nos la repite el día de hoy. Salgamos de esta oración con un entusiasmo agradecido, pues en verdad somos muy amados de Dios.
Reflexión apostólica:
La vida espiritual del cristiano se concibe como una relación personal de amor con Jesucristo. Por eso, hemos de vivir nuestros compromisos de vida espiritual, desde la lógica de la donación. Desde ella, la vida espiritual y apostólica se redimensiona, y se vive con generosidad.
Propósito:
Que la certeza del amor de Dios me lleve a conquistar a otros para Cristo.
Diálogo con Cristo:
Señor, ayúdame a vivir mis compromisos de vida espiritual y de apostolado, desde la perspectiva del amor, con una intencionalidad de ofrecimiento, y como expresión de mi amor a ti.

lunes, 16 de marzo de 2009

Asuntos de familia en la UCAM

L a polémica sobre la titularidad de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), que ha desembocado con el traslado el obispo Reig Pla a Alcalá de Henares, sigue librando batallas en diversos foros. Una de ellas se ha entablado entre las asociaciones de familias numerosas. Las críticas del presidente de Afanuse, Antonio Sánchez Lapaz, a la gestión de José Luis Mendoza, presidente de la Fundación de la UCAM, y a su mujer, ha llevado a la Federación Española de Familias Numerosas a aclarar que está ajena a esta polémica. Subraya en un comunicado que Afanuse va por libre y no pertenece a esta federación, ni siquiera a nivel regional.
Gonzalo Sánchez, presidente de la Federación Murciana de Familias Numerosas, ha explicado a La Verdad que Sánchez Lapaz «es libre de actuar como quiera, pero su asociación de familias numerosas no está integrada en nuestra federación. Nosotros no nos metemos en estos temas. Somos una federación apolítica y aconfesional. Cuando me enteré de que este señor estaba recogiendo firma a favor del obispo y en contra de la Fundación de la UCAM me puse en contacto con el secretario de monseñor Reig Pla para aclararle que no teníamos nada que ver con esa iniciativa. No está en nuestros fines».
Opinión particular
La federación que encabeza Gonzalo Sánchez, integrada a su vez en la federación nacional (FEFN), está formada por las asociaciones de familias numerosas de Cartagena, Cieza-Valle de Ricote, Vega del Segura, Caravaca de la Cruz y Comarca del Noroeste y La Unión, Portmán y Roche.
El comunicado de la FEFN, que integra a más de 80 asociaciones repartidas por España, se desmarca de las declaraciones realizadas por la Asociación de Familias Numerosas de Murcia (Afanuse), a través de su presidente Antonio Sánchez Lapaz: «Desde el máximo respeto a ésta, su postura y valoraciones deben considerarse únicamente como una opinión particular y no deben hacerse extensivas al resto de entidades que conforman el movimiento asociativo de familias numerosas de Murcia, ni a la federación nacional».
Sánchez Lapaz ha sido uno de críticos más activos contra José Luis Mendoza en los últimos meses. Mientras que otros colectivos y partidos políticos que han censurado en los últimos tiempos a Mendoza se han quedado en segunda fila tras la decisión del Vaticano en torno al conflicto de la UCAM, Sánchez Lapaz se ha reunido con un asesor del nuncio apostólico y ha declarado incluso que la mujer de Mendoza dijo que el obispo llevaba al diablo debajo de la sotana. Asimismo, apuntó que Mendoza hizo costosos regalos a varios prelados y que está haciendo negocio con la UCAM, donde ingresa unos 6.000 euros por año por cada uno de los 5.000 alumnos que se matriculan.
Mendoza ha ido negando todas estas acusaciones y no descarta presentar una demanda contra Sánchez Lapaz, a quien insta a demostrar sus aseveraciones. Otras fuentes de la UCAM próximas a Mendoza indican que el presidente de Afanuse no representa a nadie. «Detrás de esa asociación, que está próxima a partidos de izquierda, sólo hay dos o tres personas». Añaden que Sánchez Lapaz intentó vender equipos de aire acondicionado a la Universidad Católica. No pudo venderlos porque ya se habían adjudicado a otra empresa, señalan, al tiempo que sospechan de una venganza comercial.
La vertiente económica de las críticas de Lapaz irrita a la Fundación por cuanto las considera «infundadas, malintencionadas y sin ningún rigor. Todas nuestras cuentas están claras. Somos la universidad privada que más inspecciones ha recibido de la Aneca y siempre hemos obtenido las mejores calificaciones. Sólo pedimos que nos dejen en paz para trabajar con tranquilidad a favor de nuestra región, nuestros profesores, alumnos y empleados», concluye Mendoza.
Como quiera que el obispo Reig Pla ha sido apartado de la Universidad Católica, según la carta del secretario de Estado del Vaticano, Tarsicio Bertone, es probable que José Luis Mendoza haya recibido la indicación de no inmiscuirse en los asuntos de la Diócesis de Cartagena, según se ha comentado en un foro de Religión Digital.
Sobre la permanencia de Reig Pla en Murcia, no hay plazos. Se sabe que tomará posesión de la Diócesis de Alcalá de Henares a finales de abril, coincidiendo con un plenario de la Conferencia Episcopal Española en Madrid, lo cual puede facilitar la presencia de otros prelados en el acto. A partir de ahí, Reig Pla podría seguir como administrador apostólico de la Diócesis de Cartagena todo el tiempo que determine Roma. Ya sucedió con su antecesor, Manuel Ureña, que simultáneo el arzobispado de Zaragoza con Cartagena. A día de hoy, no hay fecha para que monseñor Reig Pla se vaya de Murcia.

miércoles, 11 de marzo de 2009

martes, 10 de marzo de 2009

Ángeles y demonios en la UCAM

D an Brown habría encontrado un filón en torno a la Universidad Católica de Murcia para añadirlo a la saga de El Código da Vinci y Ángeles y demonios. Por los pasillos de Los Jerónimos y del Palacio Episcopal no se ocultan seguidores de los Illuminati. Tampoco por los rincones secretos del Vaticano. El guión de la UCAM va por otros derroteros, aunque con suficientes dosis de intriga, que han puesto panza arriba los intereses más mundanos. El malo está encarnado por José Luis Mendoza, frente al bueno de monseñor Reig Pla. Los papeles quedarían así repartidos si se hiciera una encuesta pública y se echara mano de las opiniones vertidas en la web de La Verdad y en otros foros digitales tras conocerse el fallo del Papa de mandar a monseñor a Alcalá.
Varios apuntes sobre el nuevo destino: Reig Pla hace el camino a la inversa de su antecesor, Manuel Ureña, quien pasó de Alcalá de Henares a la Diócesis de Cartagena. En segundo lugar, no hay unanimidad sobre si Reig Pla asciende o desciende en el escalafón. Visto el recorrido de Ureña, podría hablarse de una pérdidas de galones. En Alcalá de Henares hay unas 600.000 almas que pastorear, frente al casi millón y medio de la Región de Murcia. Puestos a comparar, nuestra Diócesis es incluso superior en número al arzobispado de Zaragoza, donde recaló Ureña dejando paso a Reig Pla.
BAJO ROUCO VARELA
«Marcharse a Alcalá no supone una degradación ni una humillación. Es una Diócesis tan importante como la de Cartagena. Es equivalente a la nuestra. La Santa Sede no suele humillar a ningún obispo dándole un destino inferior». Lo dicen voces del clero murciano que no han hecho demasiadas migas con la movida de monseñor en torno a la UCAM. «Su labor pastoral es impecable y modélica, pero en lo otro ha tenido sus más y sus menos entre los sacerdotes de la Diócesis», apuntan.
Reig Pla caerá bajo los dominios del arzobispado de Rouco Varela, presidente de la Confederencia Episcopal, a quien se le considera del lado de la causa de Mendoza. La antigua Diócesis de Madrid-Alcalá se dividió con el tiempo en Madrid, Alcalá y Getafe, explican.
El obispo de Cartagena perderá también la cobertura de uno de su aliados en esta guerra por la titularidad de la UCAM, como es el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez. Resulta llamativo en este punto que la Santa Sede no haya nombrado administrador apostólico de la Región de Murcia al superior de Granada, como hizo con Antonio Cañizares cuando cubrió el interregno entre Javier Azagra y Manuel Ureña.
Por último, Reig Pla ejercerá su labor en tierras del antiguo Señorío de los Mendoza, una causalidad que parece hecha a propósito.
¿UNANIMIDAD EN LA DIÓCESIS?
Reig Pla, apuntan en su entorno, tiene de su parte al clero murciano, que está en comunión con su obispo y que ha recibido con tristeza este relevo. No se puede hablar de unanimidad, puesto que hay voces discrepantes que no comparten la forma y el fondo empleados por monseñor para reclamar la titularidad de la Universidad Católica, tal como ha comprobado esta Redacción en los últimos meses.
Como muestra añadida -y como testigo directo- se comprobó en una misa del domingo, donde tras la homilía se aludió al traslado de Reig Pla y se hizo un ruego por la bondad del obispo que está por venir.
Hasta ahora, se ignoran algunas de las claves manejadas por el Vaticano para propiciar el traslado del obispo, que pasó previamente por su distanciamiento de la UCAM, aunque el entorno de Reig Pla no reconoce la existencia de la segunda carta de Tarsicio Bertone. Puede que haya influido el ascenso de Antonio Cañizares al gobierno del Vaticano, con un poder considerable, o que responda a la mecánica de traslados y nombramientos de obispos.
Lo que sí ha motivado en los últimos meses un cruce de reproches más o menos velados -que han circulado entre las sotanas de Murcia, Zaragoza, Toledo y Madrid- ha sido que Reig Pla planteara los derechos de la Diócesis sobre la UCAM en discrepancia con la postura de los predecesores. Nadie en este tiempo ha aludido al polémico paso (financiero) de Reig Pla por la Diócesis de Segorbe-Castellón y todos han destacado su buena labor pastoral. En la Región, la cruzada del obispo ha calado más, frente a la figura del todopoderoso Mendoza y su Fundación familiar.
'MERCADER DEL TEMPLO'
Es muy difícil encontrar la opinión de alguien que no se vea afectado o implicado por la UCAM, aunque sea tangencialmente. José Luis Mendoza sigue en la diana de su legión de detractores. ¿Por qué tienen tanta gente en contra? «He procurado ser intachable durante toda mi vida. La mayoría de los que me critican son anónimos y por lo tanto no hago demasiado caso», apostilla. «La Santa Sede me ha dado la razón. Ha examinado con todo detalle los documentos aportados por cada una de las partes y ha dado su veredicto. Quienes cuestionan esta decisión están desobedeciendo al Santo Padre», apostilla.
El presidente de la Fundación San Antonio - «el mercader del templo, el demonio, el amo de la Diócesis» y mil cosas más, según sus detractores anónimos- salió al paso de la declaraciones de Sánchez Lapaz, presidente de Afanuse, quien dijo que la mujer de Mendoza llamó «diablo» al obispo en una reunión celebrada hace poco, según publicó ayer este diario.
«Es sucio y ruín que se metan con mi mujer y mi familia. Son calumnias. La última vez que mi mujer habló con el señor obispo fue en octubre del 2007, con motivo del Congreso de Cofradías y jamás ha dicho tal cosa». Mendoza también rechaza que haya colmado de regalos a prelados del Vaticano, como señala Lapaz. «Ni he regalado 30 tapices de oro, ni tampoco relojes Rolex, como comenta. Lo dice como si yo hubiera comprado al Papa. Me parece insólito y de una gravedad extrema».
Y ENCIMA ANTE LAS CÁMARAS
Para avivar más la polémica, Mendoza apareció el domingo en Televisión Española, en la eucaristía de clausura de la VIII Jornadas Internacionales de Caridad. Con la tinta del periódico aún fresca por el traslado del obispo, Mendoza realizó ante las cámaras la admonición ambiental. La ceremonia fue presidida por el obispo de Teruel, José Manuel Lorca Planes. Se ofició en la parroquia de Santa Catalina Labouré de Madrid.
Ni qué decir tiene que algunos vieron a un Mendoza triunfante sobre el obispo, aunque la ceremonia se celebra todos los años y estaba programada de antemano.
Mientras tanto, ya hay quinielas sobre el futuro obispo de la Dócesis de Cartagena, según cuenta Jesús Bastante en Religión Digital. Menciona a Rafael Palmero, de Orihuela-Alicante; Martínez Camino, secretario de la Confederancia Episcopal; José Sánchez, de Sigüenza-Guadalajara, y Silverio Nieto, director jurídico de la Conferencia Episcopal.

Benedicto XVI nombra nuevo Obispo para España

Benedicto XVI nombra nuevo Obispo para España
Autor:
Fuente: ACI 09/03/2009
El Papa Benedicto XVI nombró a Mons. Juan Antonio Reig Plá, quien se desempeñaba hasta ahora como Obispo de Cartagena, como nuevo Obispo de Alcalá de Henares, también en España.

Mons. Reig Plà, conocido especialista en Teología Moral y en Pastoral Familiar, nació el 7 de julio de 1947 en Cocentaina (Alicante), perteneciente a la diócesis de Valencia. Cursó estudios eclesiásticos en el Seminario Mayor de Valencia, donde obtuvo el Bachillerato en Teología en 1970. Es Licenciado en Sagrada Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca (1973) y Doctor en Teología Moral por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma (1978). Fue ordenado sacerdote en Valencia el 8 de julio de 1971.

Su ministerio sacerdotal lo desarrolló en la diócesis de Valencia, donde compaginó el trabajo pastoral con la docencia como profesor de Teología Moral y como especialista en Pastoral Familiar. Durante tres años, de 1971 a 1973, fue coadjutor de la Parroquia de San Juan Bautista de Manises. De 1973 a 1976 se trasladó a Roma como Becario de la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat. De nuevo en Valencia fue, de 1976 al 1979, Prefecto de Filosofía en el Seminario Mayor de Moncada y Rector del Seminario Mayor La Inmaculada de 1979 a 1985, año en que fue nombrado Párroco de San Mauro y San Francisco de Alcoy y Vicario Episcopal de la zona Alcoy-Onteniente, donde permaneció hasta el año 1989. Desde este último año y hasta 1996 fue canónigo Penitenciario de la Catedral de Valencia y Delegado Episcopal de Pastoral Familiar, desde 1990 hasta 1996.

De 1991 a 1996, fue Presidente de la Comisión Diocesana para la Defensa de la Vida, Consiliario del Instituto Social Empresarial del Arzobispado de Valencia y experto de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida. Es, desde 1994, Vicepresidente-Decano del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia (Sección Española). Fue socio fundador de la Sociedad Valenciana de Bioética, de 1994 a 1996.

El 22 de febrero de 1996 fue nombrado Obispo de Segorbe-Castellón y recibió la ordenación episcopal el 14 de abril de 1996. El 24 de septiembre de 2005 se hacía público su nombramiento como Obispo de Cartagena, diócesis de la que tomó posesión el 19 de noviembre. En la Conferencia Episcopal Española preside, desde 1999, la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida y es el Vicepresidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar. Además, es miembro de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.

La Diócesis de Alcalá de Henares tiene una superficie de 2 mil 586 kilómetros cuadrados y una población de 653 mil 141 católicos. Para el gobierno pastoral cuenta con la colaboración de 186 sacerdotes, 422 religiosos y 4 diáconos permanentes.

lunes, 9 de marzo de 2009

Lo que la Iglesia ahorró al estado español

Ahí van algunas cifras significativas del año 2007 sobre lo que la Iglesia ahorró al Estado Español:

1.- 5.141 Centros de enseñanza (Ahorran al Estado 3 millones de euros por centro al año): 990.774 alumnos.

2.- 107 hospitales (Ahorran al Estado 50 millones de euros por hospital al año).

3.- 1.004 centros; entre ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de enfermos terminales de SIDA (Ahorran al Estado 4 millones de euros por centro al año) 51.312 camas.

4.- Gasto de Caritas al año: 155 millones de euros (salidos del bolsillo de los cristianos españoles).

5.- Gasto de Manos Unidas: 43 millones de euros (salidos del mismo bolsillo, una cantidad 10 veces mayor que el 0,2% -España no da el aún el prometido 0,7%- programado en los presupuestos generales del Estado para promoción del tercer mundo este año).

6.- Gasto de las Obras Misionales Pontificias (Domund): 21 millones de euros (5 veces mayor que el ya mencionado 0,2 %, ¿Imaginan de dónde sale?).

7.- 365 Centros de reeducación social para personas marginadas tales como ex-prostitutas, ex-presidiarios y ex-toxicómanos (53.140 personas. Ahorran al Estado, medio millón de euros por centro).

8.- 937 orfanatos (10.835 niños abandonados, Ahorran al Estado 100.000 euros por centro).

9.- El 80 % del gasto de conservación y mantenimiento del Patrimonio histórico-artístico eclesiástico.

El arzobispo de Zaragoza, monseñor Ureña, ha calculado el gasto total ahorrado al Estado en 36.060 millones de euros al año.

El prestigioso economista José Barea lo ha reducido a 31.189 millones de euros. ¿Qué más da la cantidad concreta? Lo importante es que nadie (o muy pocos) saben de este ahorro imprescindible para que la economía española 'vaya bien...'.

Estas son nuestras obras de Caridad. Os mando este artículo para que hagamos una cadena y pronto se extenderá como la pólvora. Si nos intercambiamos chistes y Powerpoints, ¿Por qué nos vamos a avergonzar de nuestra Iglesia?

domingo, 8 de marzo de 2009

Un sacerdote entrevista al demonio

El Diablo es el mayor maestro de los engaños, es un embustero de incomparable astucia, que no actúa el descubierto, sino en lo escondido; trabaja en la sombra, y siempre considera como inteligentes a quienes no creen en sus artimañas, e incluso niegan su existencia. Así, los primeros en caer en sus redes son precisamente los sabihondos, los llamados "espíritus fuertes", los grandes iluminados de la ciencia de este mundo.

Un exorcista entrevista al Diablo

Un exorcista entrevista al Diablo
Autor: P. Domenico Mondrone S.I,


El Autor no está entre los que se avergüenzan de creer en la existencia del Diablo y de su nefasta actividad en el mundo y a veces perjudicando a pobres individuos. Él acepta totalmente la enseñanza de Pablo VI, expuesta en el discurso del 15 de noviembre de 1972.

Además demuestra haber tenido alguna experiencia directa con el Maligno en la práctica real de los exorcismos; añado además que he tenido intercambio de impresiones y de ideas con otros sacerdotes mejor entrenados en la misma experiencia. He leído ciertamente el libro de C. S. Lewis Le Lettere de Berlicche; pero es otra cosa. Sobre todo he tenido presente la apreciable obra de Corrado Balducci Los endemoniados, y además Era de diablo de A.Bohm y otros textos.

En particular parece que el Autor ha profundizado en la famosa meditación de Las dos Banderas, donde el santo de los Ejercicios Espirituales, con una gran eficacia representativa, nos hace ver al jefe de todos los demonios mientras, «en figura horrible», expone a los suyos su programa de acción y la táctica que utiliza para atrapar en sus redes a las almas y a las masas enteras de hombres.

En las páginas que siguen el Autor ha querido ofrecernos simplemente una ligera idea del ser y del comportamiento de este ángel tenebroso que trabaja incansablemente para hacernos daño.

El Diablo es el mayor maestro de los engaños, es un embustero de incomparable astucia, que no actúa el descubierto, sino en lo escondido; trabaja en la sombra, y siempre considera como inteligentes a quienes no creen en sus artimañas, e incluso niegan su existencia. Así, los primeros en caer en sus redes son precisamente los sabihondos, los llamados "espíritus fuertes", los grandes iluminados de la ciencia de este mundo.

«La astucia más perfecta del Demonio, ha escrito Charles Baudelaire, consiste en persuadirnos de que él no existe». Negar, por eso, la existencia y la acción del Maligno es comenzar a asegurarle ya su victoria sobre nosotros.

El Autor, en base a su experiencia, cree que Dios puede tal vez permitir - como en el caso de los exorcismos - que el Maligno sea interlocutor con quien lo exorciza… Este último, con la autoridad de Cristo y de la Iglesia, puede obligar al Maligno a responder a preguntas precisas propuestas a él y a veces, aunque es el padre de la mentira, sacarle algunas verdades... El Autor se sirve de este poder de manera más bien abundante… Si recurre a la fantasía sobre el modo de preparar y de desarrollar los encuentros, con ello no pretende decir que son fantásticas tantas verdades justificadas por la realidad de las cosas. Lo que aquí amenaza, lo va realizando. Del resto: «Para quien cree ninguna explicación es necesaria; mientras para los que no creen ninguna explicación es posible»

Capítulo 1: Padre Nuestro, líbranos del mal

Un exorcista entrevista al Diablo
Autor: P. Domenico Mondrone S.I,

Capítulo 1: Padre Nuestro, líbranos del mal




(Discurso de Pablo VI - 15-XI-1872)


¿Cuáles son hoy las mayores necesidades de la Iglesia? No os parezca simplista, o incluso supersticiosa o irreal, nuestra respuesta: Una de las necesidades mayores es la defensa de ese mal que se llama Demonio.

Antes de aclarar nuestro pensamiento invitamos al vuestro a abrirse a la luz de la fe sobre la visión de la vida humana, visión que desde este observatorio se alarga inmensamente y penetra en singulares profundidades... Y en verdad, el cuadro que estamos invitamos a contemplar con realismo global es muy bello... Es el cuadro de la creación, la obra de Dios, que Dios mismo, como espejo exterior de su sabiduría y de su potencia, admiró en su substancial belleza, (Gen 1,10)

Después es muy interesante el cuadro dramático de la humanidad, de cuya historia emergen la de la redención, la de Cristo, la de nuestra salvación con sus estupendos tesoros de revelación, de profecía, de santidad, de vida elevada a nivel sobrenatural, de promesas eternas", (Ef. 1,10).

Sabiendo mirar este cuadro, no puede uno no permanecer encantado (S. Agustín, Soliloquios): Todo tiene un sentido, todo tiene un fin y todo deja entrever una Presencia-Trascendencia, un Pensamiento, una Vida y finalmente un Amor, por lo que el universo, por lo que es y por lo que no es, se presenta a nosotros como una preparación entusiasmante y gozosa de tantas cosas bellas y todavía más perfectas que esperamos. (1 Co 2,9; 13,12; Rom 8,19-23)

La visión cristiana del cosmos y de la vida es por tanto triunfal mente optimista; esta visión justifica nuestra vida y nuestro reconocimiento de vivir, por lo que nosotros, celebrando la gloria de Dios, cantamos nuestra felicidad (Cf. El Gloria de la Misa)


La enseñanza bíblica

Pero ¿Es completa esta visión? ¿Es exacta? ¿No nos importan nada las deficiencias que hay en el mundo? ¿Las disfunciones del mundo respecto a nuestra existencia? ¿El dolor, la muerte, la maldad, la crueldad, el pecado: en una palabra, el mal? ¿Y no vemos cuánto mal hay en el mundo? ¿Especialmente cuánto mal moral, es decir simultáneamente, si bien diversamente, contra el hombre y contra Dios? ¿No es este triste espectáculo un misterio inexplicable? ¿Y no somos nosotros, precisamente nosotros seguidores del Verbo, los cantores del Bien, nosotros creyentes, los más sensibles, los más turbados por la observación y la experiencia del mal?

Lo encontramos en el reino de la naturaleza, donde tantas manifestaciones suyas nos parece que denuncian un desorden. Después lo encontramos en el ámbito humano donde encontramos la debilidad, la fragilidad, el dolor, la muerte, e incluso cosas peores, una doble ley contrastante, una que quisiera el bien y la otra por el contrario vuelta hacia el mal, tormento que S. Pablo mete en humillante evidencia para demostrar la necesidad y la fortuna de una gracia salvadora, de la salvación traída por Cristo (Rom 7); ya el poeta pagano había denunciado este conflicto interior en el corazón mismo del hombre: "video meliora, proboque, deteriora sequor» (Ovidio Met 7,19)

Encontramos el pecado, perversión de la libertad humana, y causa profunda de la muerte porque es separación de Dios, fuente de la vida, (Rom 5,12), y después, a su vez, ocasión y efecto de una intervención en nosotros y en nuestro mundo de un agente oscuro y enemigo, el Demonio.

El mal no es sólo una deficiencia, sino una eficiencia, un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad. Misteriosa y pavorosa.

Se sale del cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien rechaza reconocerla como existente: y también quien hace de esto un principio en si mismo, no teniendo él mismo, como toda criatura, origen en Dios; incluso la explica como una seudo-realidad, una personificación conceptual y fantástica de las causas desconocidas de nuestras malas obras.

El problema del mal, visto en su complejidad y en su absurdidad respecto a nuestra unilateral racionalidad, se hace obsesión. Ello constituye la dificultad más fuerte para nuestra inteligencia religiosa del cosmos. Por eso S. Agustín sufrió durante años: "Quaerebam unde malum, et non erat exitus", Yo buscaba de donde proviniese el mal y no encontraba explicación (Confesiones VII, 5,7,11, etc. P L. 32, 736, 739).

Aquí vemos la importancia que tiene la advertencia del mal para nuestra correcta comprensión cristiana del mundo, de la vida, de la salvación. Primero en el desarrollo de la historia evangélica al principio de la vida pública: ¿Quién no recuerda la página densísima de significados de la triple tentación de Cristo? Después en tantos otros episodios evangélicos, en los cuales el Demonio cruza los pasos del Señor y figura en sus enseñanzas (Mt 12,43). ¿Y cómo no recordar que Cristo, refiriéndose tres veces al Demonio, como su adversario lo cualifica como «príncipe de este mundo» (Jn 12,31; 14,30; 16,11)?

Y es la incumbencia de esta nefasta presencia es señalada en muchísimos pasos del Nuevo Testamento. S. Pablo lo llama “el dios de este mundo"( II Co 4,4) y nos pone sobre aviso acerca de la lucha contra las tinieblas, que nosotros los cristianos debemos sostener no con un solo Demonio, sino con una temerosa pluralidad: «Revestíos, dice el Apóstol, de la armadura de Dios para poder afrontar las insidias del diablo, porque nuestra lucha no es solamente con sangre y con la carne, sino contra los Principados y las Potestades, contra los dominadores de las tinieblas, contra los espíritus malignos del aire" (Ef. 6,11-12),

Diversas citas evangélicas nos indican que no se trata sólo de un Demonio, sino de muchos (Lc11,21;Mc 5,9), pero uno es el principal: Satanás, que quiere decir El Adversario, el enemigo; y con él muchos, todos criaturas de Dios, pero caídas porque se rebelaron y están condenadas. (Cf. Denz Sch 800-428); todo un mundo misterioso desbaratado por un drama desgraciado, del que conocemos muy poco.


El sembrador oculto de errores

Sin embargo conocemos muchas cosas de este mundo diabólico, que se relacionan con nuestra vida y con toda la historia humana. El Demonio está en el origen de la primera desgracia de la humanidad; él fue el tentador solapado y fatal del primer pecado, el pecado original (Gen 3; Sb 1,24). De aquella caída de Adán, el Demonio adquirió un cierto poder sobre el hombre, del que sólo la redención de Cristo nos puede liberar. Es historia que aún dura; recordemos los exorcismos del bautismo y los frecuentes referencias de la Sagrada Escritura y de la Liturgia a la agresiva y opresora "potestad de las tinieblas" (Lc 22,23; Col 1, 13)

Es el enemigo número uno, es el tentador por excelencia. Sabemos por eso que éste ser oscuro y perturbador existe verdaderamente, y que con astucia traidora actúa; es el enemigo oculto que siembra errores y desventuras en la historia humana. Recordemos la parábola evangélica reveladora del grano bueno y de la cizaña, síntesis y explicación de la absurdidad que siempre preside nuestras vicisitudes contrastantes: Inimicus homo hoc fecit" (Mt 13,28). Es "el homicida desde el principio... y padre de la mentira", como lo define Cristo (Jn 8,44-45); es el instigador del equilibrio moral del hombre.
Es él el pérfido y astuto encantador, que sabe insinuarse en nosotros, por la vía de los sentidos, de la fantasía, de la concupiscencia, de la lógica utópica, o de desordenados contactos sociales en el juego de nuestro obrar, para introducirnos desviaciones, tanto más nocivas cuanto conformes a la apariencia de nuestras estructuras físicas o psíquicas, o de nuestras instintivas y profundas aspiraciones.

Este tema sobre el Demonio y el influjo que él ejercita sobre los individuos, sobre las comunidades, sobre enteras sociedades, sobre acontecimientos es un capitulo muy importante de la Doctrina Católica que se debe estudiar de nuevo, a pesar de que hoy se le da poca importancia.

Algunos piensan encontrar en los estudios sicoanalíticos y psiquiátricos o en experiencias espiritistas - hoy por desgracia demasiado difundidas en algunos países - un planteamiento suficiente. Se teme recaer en viejas teorías maniqueas o en pavorosas divagaciones fantásticas y supersticiosas. Hoy se prefiere mostrarse fuertes y sin prejuicios, positivistas, excepto en dar su fe a tantas gratuitas posturas mágicas o populares, o peor aún, abrir la propia alma - ¡la propia alma bautizada, visitada tantas veces por la presencia eucarística y habitada por el Espíritu Santo!- a las experiencias licenciosas de los sentidos y a aquellas deletéreas de los estupefacientes, como también a las seducciones ideológicas de los errores de moda, fisuras éstas a través de las cuales el Maligno puede fácilmente penetrar y alterar la mente humana.

No está dicho que todo pecado sea debido directamente a la acción diabólica (S. Th. 1,104,31) pero también es verdad que quien no vigila con cierto rigor sobre si mismo (Mt 12,45; Ef 6,11) se expone al influjo del "Mysterium iniquitatis", al que S. Pablo se refiere (II Ts 2,3-12) y que hace problemática la alternativa de nuestra salvación.

Nuestra doctrina se hace incierta, oscurecida como está por las tinieblas mismas que circundan al Demonio. Pero nuestra curiosidad, excitada por la certeza de su existencia múltiple, se hace legítima con dos preguntas:

¿Cuáles son los signos de la presencia diabólica? y ¿Cuáles son los medios de defensa contra este tan insidioso peligro?


La presencia de la acción del Maligno

La respuesta a la primera pregunta impone mucha cautela, aunque los signos del Maligno parecen tan evidentes (Cf. Tertuliano, Apol 23). Podemos suponer su acción siniestra allí donde la negación de Dios es radical, sutil y absurda, donde la mentira se afirma hipócrita y potente, contra la verdad evidente, donde el amor se ha apagado a causa de un egoísmo frío y cruel, donde el nombre de Cristo es impugnado con odio consciente y rebelde (1 Co 16,22; 12,3), donde el espíritu del Evangelio es adulterado y desmentido, donde la desesperación se afirma como la última palabra, etc. Pero es un diagnóstico muy amplio y difícil, que Nos no nos atrevemos ahora a profundizar y autenticar, no por eso privado de dramático interés, al cual también la literatura moderna ha dedicado páginas famosas (Cf. Las obras de Bernanos, estudiadas por Ch. Moeller Littér du XX siècle,I, Pag 397 ss; P. Macchi Il volto del male di Bernanos: satan; Études Carmélitaines, Desclée de Br. 1948)

El problema del mal aparece como uno de los más grandes y permanentes problemas para el espíritu humano, incluso después de la respuesta victoriosa que nos da Jesucristo: "Nosotros sabemos que hemos nacido de Dios, y que todo el mundo ha sido puesto bajo el Maligno"(I Jn 5,19).


Nuestra defensa

A la otra pregunta: ¿Qué defensa, qué remedio poner a la acción del Demonio? La respuesta es más fácil de formular, pero es difícil llevar a la práctica. Podremos decir: Todo lo que nos defiende del pecado, nos defiende por ello mismo del enemigo invisible. La gracia es la defensa decisiva. La inocencia asume un aspecto de fortaleza y después cada uno recuerda lo que la pedagogía apostólica había simbolizado en la armadura de un soldado, las virtudes que pueden hacer invulnerable al cristiano (Rom l3,12; Ef 6,11.14.17; 1 Ts 5,8). El cristiano debe ser militante, debe ser vigilante y fuerte (I Pe 5,8); y a veces debe recurrir a algún ejercicio ascético especial para alejar ciertas incursiones diabólicas; Jesús así lo enseña indicando el remedio «en la oración y el ayuno" (Mt 9,29 ). El Apóstol sugiere la línea maestra a tener en cuenta: "no os dejéis vencer por el mal, antes bien, vencer al mal con el bien" (Rom 12,21; Mt 13,29).

Con la certeza de las adversidades presentes en las que hoy las almas, la Iglesia, el mundo se encuentran, nosotros buscamos dar sentido y eficacia a la acostumbrada invocación de nuestra principal oración: «Padre nuestro... líbranos del mal». A todo esto ayuda también nuestra bendición apostólica.

* * *

N.B.

Refiriéndose a otra reflexión hecha por el Papa sobre el diablo, Michele Federico Sciacca, en un artículo publicado el 7-febrero-1975 en el periódico Il Tempo de Roma, con el título Satanás entre nosotros, escribía:

"Mal le fue al Papa Pablo VI hace algún tiempo por haber aludido al diablo en el sentido del Antiguo y del Nuevo testamento. ¡Ábrete, infierno! Fue acusado de retorno al Medioevo, de oscurantismo, de superstición, de ofensa en pleno 1974 a la ciencia y al espíritu científico racionalista y progresista. Pero, en resumidas cuentas, ¿este maldito Satanás vive o no vive? Si se le considera de una parte, siguiendo el Evangelio, como el tentador y el acusador que encarna el mal, entonces dicen que es una tosquedad de oscurantistas creer en su existencia y afirman que no existe; y por otra parte si se le identifica - y Satanás lo repite - con la razón humana rebelde y triunfante, con la que sonriente y operante vive «en la materia que nunca duerme», entonces afirman sibilínamente que es el símbolo sublime de toda gracia verdadera y victoriosa... de aquel ex-Dios. Superstición oscura ésta que procede de la ciencia iluminista, y por tanto sutilmente mundana... De ello se deduce que estas afirmaciones proceden de una mentalidad radicalmente perversa, (Cf. Michele Federico Sciacca, il magnifico oggi. Roma Città Nuova 1976 P. 283 ss)

Capítulo 2: A brazo partido con el Maligno

Un exorcista entrevista al Diablo
Autor: P. Domenico Mondrone S.I,

Capítulo 2: A brazo partido con el Maligno



La idea de este escrito me vino de improviso en una tarde de agosto del pasado año de gracia y de desgracias 1974.

Fue así: Desde hace dos meses, quizás antes, casi todos los días, a las tres de la tarde en punto, el Segundo Canal de la RAI emitía una programa titulado Entrevistas imposibles.

Se trataba de encuentros entre literatos, periodistas y estudiosos de cultura variada con hombres de¡ pasado: Con personajes del pensamiento, del arte, de la política introducidos bien o mal en la historia, con nombre más o menos famosos,

El programa era original y, si bien coincidiese con la hora de la siesta, me puse a seguirlo con asidua curiosidad.

Eran encuentros - decía - de hombres de hoy con otros de ayer para interrogarles, como si fuesen, por no se qué clase de truco mediático, momentáneamente revividos, y hacerles hablar y dar explicaciones de algunos de sus actos y confesar sus intenciones secretas, ya obligados a responder a las preguntas, ya puestos en la necesidad de justificarse de las cosas mal hechas de algún histórico.

El personaje entrevistado normalmente aparecía fielmente centrado en el ambiente de su tiempo. Las respuestas se referían a la vida y al pensamiento que le caracterizaron. Y cuando los entrevistadores eran muy inteligentes - no siempre - en poco más de un cuarto de hora nos daban buenas pruebas de habilidad mental con esbozos de retratos histórico-psicológicos de una feliz y muy vivaz finura.

Uno tras de otro venían interpelados, sin ningún orden cronológico, Atila, Marat, Casanova, Marco Polo, Pitágoras, Copérnico, Bruto, Diderot, Swift, Marco Aurelio, Pilatos, Cleopatra, la Beatrice de Dante, etc., aunque ésta villanamente desfigurada.

Entre una y otra audición me vino a la mente una observación muy extravagante:

“¡Falta una entrevista con Satanás!... Sería interesante. No obstante, hoy, con la habilidad que ha logrado tal maestro para no hacernos creer en él..."

El calor de aquella tarde era sofocante y me estiré sobre una silla para recuperarme un poco del sueño.


* * *

La mañana siguiente, apenas me despierto: "i Claro que una entrevista con Satanás, o mejor con el Maligno, sería fantástico! Qué importa que tantos no crean en él. Y recordé el planteamiento hecho por el Papa en uno de sus discursos del miércoles. Una fantasía bien presentada por lo menos lograría llamar la atención sobre tal sujeto. Quizás también a quitar el sueño a más de uno".

No pensé en ello durante cierto tiempo. Pero la idea se presentaba intermitentemente y a veces con extrañas líneas de algo factible. Si podría, por ejemplo, decir esto... presentar así un episodio... introducir este o aquel otro aspecto... Poco a poco se hizo un poco mi sufrimiento.

Una entrevista con el Maligno. No pensaba precisamente meterme en ella. /eamos entonces a quien confiarla. Comencé entre mí a dar nombres. Puse en mente a varios. Mientras pensaba en ello, uno tras otro iba descartando.

Meterse a dialogar con el diablo, aunque sólo sea sobre el plano de la fantasía, no es cosa fácil. Ninguno aceptaría una idea tan bizarra, y sobre todo, fuera de tiempo: ¡Cosa de la Edad Media!

Entre tanto, lo extraño era esto: cuando pensaba tomar en serio esta idea, sentía mi ánimo abrirse a la serenidad y a cosa interesante. Por el contrario cuando me proponía no hacer nada, me sentía inquieto y caía en un extraño nerviosismo. Había en mí algo que echar fuera, como una liberación.

En mi vida fue la primera vez que tuve la sospecha de tener necesidad de un neurólogo.

Una tarde fui, como obligado por no sé qué, a una iglesia, donde es venerada una Virgen muy querida por el pueblo romano, y la encontré, como cosa rara, muy llena de gente.

Sucedió algo increíble. Apenas pasada la puerta, se me acercó una muchacha de mediana edad, de baja estatura, con dos ojos luminosísimos y dulces, y de improviso me dijo: "¿Cuándo se decide a escribir aquellas cosas?..." Y me miraba con insistencia.

“¿Escribir? ¿Qué cosas?”

“Anda ya, lo sabe mejor que yo".

Pero Ud. ¿quién es?»

“¿Qué interesa decirle quien soy? Vaya a ver a Aquella - e indicó el cuadro de la Virgen - Vaya a oír qué quiere Ella decirle."

Un numeroso y compacto grupo de turistas invadió en aquel momento la entrada. La muchacha fue envuelta en la confusión y la perdí de vista

¡Qué cosa tan extraña! ¿Una alucinación o un aviso del cielo? Me sentí perdido y ridículo, sobre todo ridículo.

Encontrado un puesto adecuado, antes de ponerme a los pies de la Virgen para rezarla, aquel embarazo mío interno me desapareció como si nada. Sin volver a pensar al sufrimiento que me molestaba, experimenté dentro de mí como un empujón dulcísimo y firme a recogerme en el argumento para empezar a hacer cualquier cosa.

Mirando a la querida imagen, no me atreví a pedirla nada sobre esto, pues ya advertía en mí una promesa de asistencia materna.

"Está bien, dije saliendo. Me embarcaré en este asuntazo. Yo mismo escribiré esta extrañísima entrevista. Me saldrá algo que me cubrirá sobre todo de ridículo. Pero me habré quitado una idea fastidiosa de la cabeza"

Capítulo 3: Primer encuentro

Un exorcista entrevista al Diablo
Autor: P. Domenico Mondrone S.I,

Capítulo 3: Primer encuentro





Aquella misma tarde, después de una cena más bien rápida y desganada, me retiré a mi cuarto a despachar un poco de correspondencia.

Después de media hora me puse a recitar la última parte de la "Liturgia de las horas». Hice devotamente la señal de la Cruz y comencé:

´Jesús, luz de luz, - sol sin ocaso, -tu iluminas las tinieblas, - en la noche del mundo,- En Ti, Santo Señor - buscamos descanso- de la fatiga humana, - al fin del día"...

Noté esta vez, que cuanto más iba adelante, más crecía en mi el deseo de retrasar aquella oración habitual. Sentidos y gustos nuevos fluían de aquellas palabras antiguas y simples.

Al final, besé el breviario y lo puse aparte. ¿Y ahora qué hago? Algunas veces apunto notas rapidísimas en mi diario; intenté hacerlo pero pronto se me pasaron las ganas.

Volteándome, mi mirada se encontró con la imagen de la Virgen, ante la cual aquella tarde había ido a orar. Tuve deseos de entretenerme con Ella y, cogido el rosario del bolsillo, me hice la señal de la cruz. Las Ave María me venían dulcísimas como una íntima toma de contacto con Ella. No había terminado aún la primera decena, y ya me encontraba sentado y con la pluma en la mano.¿Cosa extraña? ¿Para hacer qué? Un bloque de papel estaba allí sobre la mesa: ¿Comenzar a escribir algo sobre aquella diablura? No pensaba en esto en absoluto. No tenía nada concreto en mi cabeza y la fantasía no parecía ayudarme.

Para hacer cualquier cosa, tomé el bloque de papel y escribí en lo alto: «Entrevista con Satanás". ¿No? corregí. Mejor decir: «con el Maligno". Este segundo apelativo es menos común y de un sentido más inmediato. Y permanecí con la pluma en el aire.

En aquel mismo instante advertí a lo largo de la columna vertebral una imprevista sacudida de frío que inmediatamente me envolvió todo entero.

Al lado de la escribanía, a la izquierda, la ventana estaba completamente abierta, instintivamente me levanté para cerrarla. Advertí sin embargo que de fuera venía un aire caliente. Era la tarde de una jornada calurosa de septiembre.

Mientras me tocaba las mejillas, la frente, mirando si tenía síntomas de fiebre, una hoja más bien fría me atravesó y tuve un extraño asalto de miedo. Me senté, permanecí un rato sobre mí mismo, después intenté acostarme en la cama. No logré moverme. Me sentía clavado a la escribanía, no porque alguien me hiciese violencia desde fuera, sino por un sentido de inercia total: una especie de pegamento.

Invoqué mentalmente a la Virgen que me miraba a unos metros de distancia de la pared y tuve una caricia imprevista de paz.

Mientras en mi interior daba gracias a la Madre Celestial, la silla, la escribanía, casi toda la habitación sufrieron un sobresalto misterioso.

"Has pedido entrevistarme, aquí estoy”

Era una voz lóbrega, áspera, metálica. Una voz que no supe precisar de qué punto venía, pero que desencadenó en mí un largo y muy fuerte escalofrío de miedo. Permanecí algunos minutos sin respiración, después tomé fuerzas.

“Pero ¿quién eres tú?".

“No seas estúpido, ¡soy yo!"

No había pensado nunca de poder pasar con mi entrevista del plano de la fantasía al de un tú a tú con el Maligno.

En un ángulo de la escribanía había un rosario e instintivamente lo cogí como si fuese un arma de defensa,

"iTira fuera esa tontería, si quieres hablar conmigo!”

“¿Tontería?..."

"iExcrementos de cabra colocados juntos!”

¡Si para ti es una tontería, yo lo beso y para tu desprecio lo enrollo entorno a mi muñeca, como defensa. Veo que te da miedo, bellaco!

¡Eso para mí es una guillotina!..

“¡Mejor aún, y gracias por habérmelo dicho!”

He intentado muchas veces explicarme cómo percibí aquella voz tan cercana, que no venía de ningún punto preciso de la habitación ni salía de mi interior. Sin embargo, lo comprendía claramente, siempre en un tono amenazador y desdeñoso y cargado de una rabia especial.

“¿Cómo es que has venido? ¿Quién te envía?”

"He sido obligado".

“¿Por quién ?” Siguió un silencio tenso.

“Vamos ¿obligado por quien?”

“¡Por aquella!”

“Gritó esta respuesta con un desprecio y con un odio indescriptibles."

“¿Quién es ella?" Sin embargo, había comprendido.

“¡No diré jamás su nombre!´

«¿Te quema tanto?«

"¡La odio infinitamente!",

“Porque es la criatura más alta y más santa…”

Masticándose las palabras con rabia: "¡Él la ha querido así para mi desprecio, para que fuese mi más aplastante humillación!”

Permanecí atolondrado. “¿Cómo es posible? ¿Eres el padre de la mentira y dices una verdad tan grande? ¿No te das cuenta que ésta es una alabanza inmensa?”

Mi pregunta quedó sin respuesta. Por esta vez esto fue todo.

Capítulo 4: Segundo encuentro

Un exorcista entrevista al Diablo
Autor: P. Domenico Mondrone S.I,

Capítulo 4: Segundo encuentro



Pasaron algunos días sin que sucediese nada nuevo. No sabía qué pensar. No tenía la valentía de invocar la vuelta de un tan singular interlocutor. Aquel primer encuentro había dejado en suspenso más de una pregunta. Pero fue cortado en lo mejor. Aquella última respuesta, sin embargo, tan inesperada, me dejó una alegría grande.

Una mañana, apenas había terminado de celebrar la Misa, tuve un deseo insólito de ir rápidamente a casa. Mi empujaba el extraño indicio de algo no acostumbrado.

«Aquel mensajero debe estar ya aquí, pensé. Correcto, he aquí los acostumbrados escalofríos de frió helado. No me había equivocado.

Me senté, invoqué mentalmente a la Virgen y esperé.

"Estoy aquí. ¿Qué más quieres preguntarme?".

Parece que aquel ser tenebroso hubiese sido puesto a mi dispo-sición.

“Antes que nada, debo agradecerte el alto elogio que la última vez hiciste a la Virgen. Me impresionó mucho tu respuesta. Y todavía no logro explicarme como se te haya podido escapar”.

“Es ella que me obliga a hablar así, ¿lo quieres comprender? Ella me obliga. Lo hace para contentarte y para humillarme. Pero tú,- recuérdalo - me las pagarás. Tú no lograrás comprender jamás qué tortura es para mí tenerla que obedecer obligándome a decir ciertas verdades. Yo odio la verdad, porque la verdad es Él, ¿comprendes? Tu permaneces horrorizado ante los tormentos a los que tantos subalternos míos someten a sus condenados políticos, recurriendo a la píldora de la verdad, al lavado de cerebro - todos son inventos míos, para que lo sepas - para llevarles a la autocrítica y a sacarles sus confesiones preestablecidas. Peor es el suplicio al que soy sometido por aquella para llevarme a escupirte en la cara ciertas verdades. Por eso, te repito que me las pagarás”.

"Gracias también por esto que me dices; pero si Ella está conmigo, tú no me das miedo”.

“Te he dicho que me las pagarás".

"De acuerdo. Pero continúa hablándome de Ella".

"Es mi más implacable enemiga".

“Lo creo: Es la Mujer destinada a darnos a Jesús, nuestro Redentor, el reparador de todas tus maldades, especialmente por habernos regalado el pecado y la muerte. Y Ella, por virtud de su Hijo, para tu humillación, ha vencido todo esto".

Un largo silencio de espera.

“Comprendo que no tengas mucho deseo de hablar de María. Eres infinitamente soberbio y el recuerdo de Ella es demasiado humillante para ti. Dijiste bien, es tu humillación más grande. Pero, en nombre de Ella, responde. ¿Creíste haber obtenido una victoria plena arrebatándonos a nuestra madre Eva? ¿Ni siquiera sospechaste que Dios te habría vencido con María? Una Madre infinitamente más grande que la que nos arrebataste y con la cual nos mandaste a la ruina. Dios nos ha dado a María y la ha hecho Madre suya".

"¿Pero por qué te obstinas tanto en hablarme de aquella? íDéjalo ya!”

«Precisamente porque te fastidia tanto...”

“Es una terrible desbaratadora de mis planes. Es una devastadora de mi reino. No me deja conseguir una victoria y ya me prepara una derrota. Me la encuentro siempre entre los pies. Siempre ocupada en atravesarse en mi camino, a suscitar fanáticos que la ayudan a arrebatarme almas. Allí donde más clamorosas son mis conquistas, en un silencio capilar ella multiplica las suyas. Pero ahora ha llegado el tiempo en que obtendré sobre ella victorias jamás vistas...”

"¡Efímeras como las demás!”

* * *

Aún un breve silencio. “¡No serán efímeras!.. Esta vez será una victoria total. Creía estar al seguro en una fortaleza inalcanzable. ¡Ahora os he abierto una brecha que será peor que la primera!...”

“¿Qué brecha? Pienso que corres demasiado. Estás muy seguro de ti mismo".

“Tengo de mi parte también a los teólogos. Los mis presuntuosísimos doctores, Si fuese capaz de amar, serían mis amigos más queridos. Vuestros cultivadores del dogma van abandonando una tras otra vuestras posiciones. Los he inducido a avergonzarse de ciertas fórmulas ridículas. A avergonzarse antes que nada de creer en mi existencia y en mi trabajo en medio a vosotros: Cosa para mí comodísima".

"¿Y con esto, crees?

«De este modo, las fábulas de la Inmaculada Concepción, de la Maternidad Divina, de la siempre Virgen, de la omnipotente llena de gracia están siendo desmoronadas como miserables necedades. Dentro de pocos años quedará solo el recuerdo - vergonzante recuerdo - de tan estúpidas leyendas. Mucho he debido esperar pero ahora ha llegado finalmente mi tiempo. íDefinitivamente ha llegado mí hora! ¡Si supieras lo bien que trabajan mis aliados: curas, frailes, doctores!... ¿Dónde están ahora los fanáticos de su culto, sus calenturientos simpatizantes?”

* * *

Parecía que se hubiese marchado. Pero estaba allí, quizás en espera de mi reacción.

“Lo sé: Has logrado reunir en torno de tantas verdades del Credo una polvareda irrespirable llena de confusión. Crees suprimir el sol sólo porque los has escondido detrás de cúmulos de nubes. Pero todo esto pasará. Bastará un soplo del Omnipotente para desbaratar todo lo que estás construyendo. Un soplo solo y Dios, en su Providencia, también de nuevo sacará bien del mal, Incluso de estas confusiones sabrá hacer brillar más espléndida la verdad”.

"No te hagas ilusiones".

"Sé que no me engaño. La fe me lo dice. Ni tú mismo, eterno mentiroso, crees en esta victoria final.

Tú te agitas porque sabes que Dios tiene medido el tiempo en el que, para sus designios, te deja exagerar. Tú sabes que el más poderoso es Él. Él tiene delante de Si la eternidad. En un instante te arrebatará de la mano tus victorias momentáneas. Eres el eterno fanfarrón ridículo. Te crees omnipotente, mejor aún quieres hacértelo creer a ti mismo, pero basta un signo de la cruz para ponerte en fuga, basta un poco de agua bendita para paralizar tu omnipotencia. La parábola del grano y de la cizaña ha sido dicha sobre todo para ti. Eres simplemente ridículo en tus bravuconadas. Eres un pobre perro atado a tu cadena. Tú no puedes nada más de lo que te permite Dios. Te lo permite para probar a sus elegidos en el tiempo, y derrotarle para toda la eternidad”.

“¡Qué elocuente eres! Has hecho una bella predicación para los papagayos de la parroquia. Tu reúnes palabras, yo cuento hechos".

“Te estoy solamente descubriendo tu mentira. Tu historia concluirá como empezó. Tienes la estúpida presunción de creerte semejante a Dios. Te rebelaste y Dios en aquel mismo instante, con un soplo te precipitó a ti y a los tuyos en los abismos infernales. Bastó un movimiento de su voluntad para fulminaros a todos, para transformaros de ángeles en horribles demonios".

“Todavía un trozo de predicación”.

"Sabes bien que no es predicación. Es un hecho tremendo. Como tremendo es el infierno en el que te precipitaste... A propósito: ¿Qué es el infierno?..."

Un silencio pesado como una pesadilla.

“En nombre de Ella, responde, háblame del infierno".

“Imposible decírtelo".

“Prueba”.

“Ni siquiera ella misma, en Fátima, supo explicarlo”.

”¿Cómo? ¡Aquellos pobres niños por poco no murieron de espanto!

"¿Y qué vieron... el infierno es bien distinto... Conténtate con esto”.


* * *

También esta vez tuve la sospecha de que se hubiese ido. De manera extraña me advirtió de que se encontraba allí.

“¡Desgraciado! Eras un ángel. Dios te creó riquísimo de dones y de bellezas divinas. Tenías la inteligencia de los espíritus elegidos. Es inconcebible cómo tú y los tuyos habéis podido atreveros a un tan estúpido pecado de rebelión. ¿Como intentar apropiarse de lo que no era vuestro? ¡Responde!”.

“Porque quiso someternos a una prueba infinitamente humillante para nosotros, espíritus altísimos. Una prueba inimaginable, digna sólo de una revuelta”.

“¿Qué prueba?"

De nuevo un silencio cargado de misterio. "Vamos, en el nombre de Ella que te ha obligado a venir, responde. ¿Qué prueba?".

"Nos impuso un obsequio muy humillante e inaceptable. Nos puso frente al diseño de la creación del mundo material, de todo el cosmos, por encima del cual os creó también a vosotros los hombres con el propósito de elevaros a la misma dignidad a la que nos había elevado a nosotros, y para colmo de todo, lo que hizo desencadenar nuestra revuelta… nos puso delante de la encamación del Hijo, hecho hombre, revestido de una naturaleza inferior a la nuestra, y nos impuso adorarle. Nuestra inteligencia se pasmó. Millones de ángeles se sometieron vilmente a Él. Muchísimos de nosotros lo vimos como una afrenta a nuestra dignidad y nos rebelamos. El castigo explotó de inmediato. Nosotros no queremos aceptar nuestra condición de criaturas, de tener necesidad de Él, de estar sometidos a Él. Nos creímos autosuficientes - y lo éramos - de nosotros mismos... En aquel rechazo nuestro gesto es de revuelta... Y en un momento nos encontramos como somos. Su condena fue sin apelación". Tampoco nos hubiéramos sometido a su voluntad.

“¿Y no era un pecado gravísimo de rebeldía?”

Un «Nooo…” lóbrego, largo, cavernoso, de helar la sangre, resonó un buen tiempo en la lejanía. Comprendí que había desaparecido, dejándose atrás un fracaso que parece el estrépito de un alud. Todo lo que era firme tembló. Salí al corredor mirando si alguien se hubiese percatado de algo. Nada. No vi a nadie.

Capítulo 5: Tercer encuentro

Un exorcista entrevista al Diablo
Autor: P. Domenico Mondrone S.I,

Capítulo 5: Tercer encuentro




Esta vez no se hizo esperar mucho.

La noche siguiente, estaba para meterme en la cama, cuando oí rumores extraños en la habitación. Eran pasos fuertes, casi sordos que hacían vibrar el pavimento. Advertida su presencia, agarré el rosario, hice la señal de la cruz, invocando mentalmente a la Virgen que estaba junto a mí, al lado de la cama, y esperé.

"Siento que estás aquí. Bien, en nombre de Ella, que te obliga a venir y a responderme, dime: inmediatamente después de tu gran pecado, ¿te diste cuenta de todo lo que habías perdido para siempre?»

“¡Qué pregunta tan estúpida!”.

"Gracias, eres muy amable; Sé muy bien que mi inteligencia no se puede comparar con la tuya. Por eso permíteme una pregunta aún más idiota: ¿Jamás te has arrepentido de aquel pecado?”

"¿Arrepentimiento?”, la respuesta surgió de inmediato, como un rugido de bestia.

"¿Pero no sabes que un acto de arrepentimiento hubiese sido un acto de amor? Y esto es totalmente inconcebible en nosotros. Nosotros fuimos inmediatamente investidos de un odio inmenso contra Él. Un odio implacable, eterno. Nos encontramos envueltos, casi petrificados, en una maldición que ha llegado a ser nuestra segunda naturaleza. “

Tranquilamente hubiese querido concentrar la reflexión sobre la desgracia irreparable de tantísimas criaturas tan excelsas, pero el otro me interrumpió.

“Después de habernos expulsados de su paraíso, se ha vengado destinando a nuestro estado a los seres más nauseabundos, vosotros los hombres, un amasijo de espíritu y de sucia materia. Ha hecho de vosotros un objeto de su amor infinito. Va mendigando de vosotros el amor que nosotros le habíamos rechazado. El amor por vosotros le ha hecho cometer locuras, hasta humillar al Hijo en el vientre de una mujer. Tiene la ambición de ocupar con vosotros los puestos que nosotros hemos dejado vacíos. Pero antes de que logre esto, llenaremos nuestro infierno con vosotros los hombres. La venganza que no podemos realizar sobre Él, la haremos con vosotros. “

"Eso es lo que tu sueñas. Pero entre nosotros y tú, sobre el vértice de tu abismo infernal está Cristo Crucificado, contigo tendrás solo a aquellos que obstinadamente quieran permanecer a tu lado. Todos los demás, también los pecadores, también los pobres infieles, te serán arrancados como presa que no te pertenece, porque no son tuyos, Él los ha pagado con el precio de Su Sangre y son suyos. ¡Me niego a creer que finalmente tengas tú más que Él!”

* * *

Hubo una pausa más bien larga. Tuve la sensación de que quisiera agredirme con un discursazo, y en efecto, pasó inmediatamente al ataque.

"¿Dices que Él tendrá más que yo?... ¿Pero es que no ves, ciego y estúpido como eres, que hoy estoy movilizando todo para vuestra ruina? ¿No ves que su reino se desmorona y que el mío se agranda de día en día sobre las ruinas del suyo? Prueba a hacer un balance entre sus seguidores y los míos, entre aquellos que creen en sus verdades y los que siguen mis doctrinas, entre los que observan su ley y los que abrazan la mía. Piensa solamente al progreso que estoy haciendo por medio del materialismo ateo y militante, que es el rechazo total de Él!
Aún un poco más de tiempo y todo el mundo caerá en adoración ante mí. El mundo será completamente mío.

"Piensa en las devastaciones que estoy llevando en medio de vosotros, sirviéndome principalmente de sus ministros. He desencadenado en su rebaño un espíritu de confusión y de rebelión que jamás hasta hoy había logrado obtener. Tenéis a vuestro guardián de ovejas, vestido de blanco, que todos los días habla, grita, charla inútilmente. ¿Quién lo escucha? Puedo hacerlo callar inmediatamente apenas quiera, en un momento puedo eliminarlo; basta que arme la mano de un emisario mío.

Todo el mundo escucha mis mensajes, los aplaude y los sigue. Todo está de mi parte. Tengo las cátedras con las que he puesto en jaque a vuestra filosofía. Tengo conmigo la política que os disgrega. Tengo el odio de clases que os hiere. Tengo los intereses terrenos, el ideal de un paraíso en la tierra que os enfrenta a unos con otros. Os he metido en el cuerpo una sed de dinero y de placeres que os hace enloquecer y que os está reduciendo a ser un tropel de asesinos.

"He desencadenado en medio a vosotros una sexualidad que está haciendo de vosotros un grupo exterminado de puercos. Tengo la droga que pronto os convertirá en una masa de miserables larvas de locos y moribundos. Os he llevado a adoptar el divorcio para reducir a fragmentos vuestras familias. Os he llevado a practicar el aborto con el que causo matanzas de hombres, antes de que nazcan”.

"¡Todos ángeles destinados al cielo!"

"¡Pero te parece poco haber convertido a las mujeres, a las madres en peores que las bestias; las he inducido a matar a sus hijos, cosa que ni las bestias hacen!”

“Todo lo que puede destruiros lo intento, y obtengo lo que quiero: injusticias a todos los niveles para teneros en un continuo estado de desesperación; guerras en cadena que destruyen todo y os llevan al sacrificio como a las ovejas; y junto a esto la desesperación de no saber liberaros de las calamidades con las que tengo que llevaros a la destrucción. Conozco hasta donde llega la estupidez de vosotros los hombres y la aprovecho completamente.

“La redención de aquel que se hizo matar por vosotros, bestias, yo la he sustituido por la de los gobernantes asesinos, y vosotros os arrojáis en su seguimiento como ovejas estupidísimas. Con las promesas de bien que os he hecho y que no obtendréis nunca, he logrado cegaros, haceros perder la cabeza, hasta llevaros fácilmente a donde quiero. Recuerda que yo os odio infinitamente, como le odio a Él que os ha creado. ¡Sí, vaya favor os ha hecho, enviando a su Hijo a desperdiciar su Sangre por la dichosa Redención. Yo os odio, os desprecio!”


* * *

“¿Y con esto?”

“¿Qué quieres decir? ¿No es suficiente? Puedo continuar, si crees...”

“¿Con todo esto crees poder cantar victoria contra Dios? ¿Tú serías el gran vencedor y Dios el gran derrotado? No niego que estás trabajando quizás como nunca, que ahora vas obteniendo seguidores más que en el pasado, pero en tus diseños eres un habilísimo inflador de balones. Te he dicho ya que tu historia concluirá como ha comenzado. Nuestra atención va hacia el final de todo esto. Entonces, tuviste en un instante muchísimos seguidores. Pero ¿cómo terminó tu gesto de rebelión? ¿Arrojaste a Dios del trono de su gloria?"

“¿Aún te engañas? ¿No has comprendido nada de lo que te he mostrado?”

“¡Tú eres el ¡¡uso! Todas estas fanfarronadas tuyas pueden impresionar a un hombre de poca fe, no a quien cree firmemente que Dios es Dios y tú eres un miserable rebelde, una criatura suya, que Él podría destruir con un soplo, en un solo instante, pero que no lo hará jamás. Has podido engañar a millones de hombres para que no crean en Dios, pero tú sabes que Él existe, que Él es el Omnipotente, que tiene en su mano el destino de los hombres y de la historia. Has querido entablar la guerra contra Él y te está dejando obtener algunos resultados, incluso momentáneamente espectaculares Pero sabes bien que su poder está condicionado a su omnipotencia y ¡la victoria final será sólo de Él!”

"¡Al contrario, será mía!”

“Mentiroso, ni tú mismo te lo crees, porque sabes bien con quien te has metido. Recuerda la lección del Viernes Santo. Trabajaste bien ese día. Por medio de tus satélites te apoderaste de Jesús y lograste hacerlo matar. Pero, en la ceguera de tu odio, no te diste cuenta que aquella muerte fue victoria de Él al quererla y tú fuiste un instrumento sometido. Creíste haberlo liquidado para siempre. Sin embargo, el vencido fuiste tú. Él resucitó al tercer día, vencedor de la muerte y del pecado. ¡Vencedor sobre ti y sobre todo tu infierno!”

* * *

“El misterio pascual te ha vencido de una vez para siempre. Sin embargo, se renueva, a lo largo de los siglos en la vida de la Iglesia y de las almas, en un enfrentamiento ininterrumpido de luchas, de muerte y de resurrección. Pero el triunfo del Reino de Dios aquí no se anuncia con las fanfarronadas, se anuncia y progresa y resiste a los ataques con el misterio divino del silencio”.

“Los acostumbrados viejos discursos de oratoria…”

“Sabes que esto no es oratoria. En la mañana que resucitó, Jesús no tuvo ninguna preocupación por vengarse de sus enemigos, de tus malhechores. No tuvo ningún deseo de humillarles, como Él habría podido hacer y como alguno podría haber esperado. Con una demostración espectacular y fulgurante de su triunfo sobre la muerte, hubiera podido aparecer ante el Sanedrín, ante Pilatos, ante Herodes, ante cuantos le humillaron y le dieron muerte... No fue a gritarles a la cara: "¡He aquí vuestra victoria!" Por el contrario, Su Majestad infinita está muy por encima de ese tipo de satisfacción triunfalista, no le preocuparon sus enemigos. No pensó en rehabilitar su reputación ante ellos”.

"Él inauguraba un estilo Suyo propio. Daba ejemplo de cómo se realiza su triunfo en esta tierra, de cómo procede su Iglesia en medio de los hombres y a lo largo de los tiempos: Un camino extenuante, duro, sin estrépito. Ella va adelante en el silencio, cubierta continuamente de heridas, rodeada de mártires que son sus testigos incomparables, obligada demasiadas veces a refugiarse en las catacumbas; pero todo esto ya se le había anunciado y eso es lo que la hace más semejante a su Jefe".

“¡Palabras, palabras, palabras! ¿No te das cuenta de que tengo en mi mano todas las fuerzas del mal?... ¿No ves cómo las he movilizado compactas contra el reino de Él?... ¡Mi ofensiva avanza ya incontenible!".

“¿Hasta cuando? Te crees el dueño de la situación. Te presentas corno el señor y el dominador del mundo. Y apenas eres el ejecutor de los planes de Él. Tú colaboras sólo a la magnificencia de su victoria final. Como tantas veces en el pasado, también hoy, la Iglesia tiene necesidad de ser purificada. A esto sirven las pruebas. Él no arranca su viña, la poda. La actual acción de obstáculo que tú y tus satélites habéis desencadenado en el seno del pueblo de Dios sirve a esto, a purificarlo. Los actuales logros aparentes de tu obra de seducción y de desorden le sirven a Él para sus planes. Al final se volteará todo contra ti y quedarás definitivamente vencido”.

Capítulo 6: Cuarto encuentro

Un exorcista entrevista al Diablo
Autor: P. Domenico Mondrone S.I,

Capítulo 6: Cuarto encuentro



No fue propiamente un encuentro como los anteriores ni como los que seguirán. Esta vez, excepto un rápido retorno del Maligno al final, se desarrolló casi todo en un largo y muy movido sueño. Todo aconteció de un modo que hubiera jurado que estaba completamente despierto. Los sueños, dicen, suelen ser breves pero éste me pareció larguísimo, si debo juzgarlo por las cosas que vi y que entendí. Era un sueño que llamaré adivinador.

Tuve la sensación de ser despertado de sobresalto, al ruido ensordecedor de miles de cornetas de coche, de tambores partiendo a ritmo de marcha, que martilleaban un impotentísimo canto marcial. Asomándome me encontré delante de una grandísima plaza, jamás vista por mí, repleta de gente, especialmente de jóvenes, que con banderas rojas en la cabeza, continuaban llegando de todas partes, como ríos en crecida que venían a desembocar en aquel mar de gente.

Un cañonazo fue la señal de un silencio inmediato. Todos estaban a mi espalda y mirando hacia un palco altísimo que surgía a lo lejos sobre el fondo de la plaza. Apenas aprecio allí un hombre con una larga tira roja a los flancos, gritos frenéticos de "viva" le saludaron durante largo tiempo. Hecho silencio a una señal suya, comenzó a hablar en una lengua de la que no comprendí ni una palabra.

Mientras asistía a esta espectacular reunión, sucedió un fenómeno extraño. A medida que el orador hablaba y los altavoces difundían la voz hacia todas direcciones, la superficie de la plaza se dilataba, se alargaba hasta no poder más reconocer con los ojos los confines. Sólo lograba captar un confuso fluctuar de gente hacia la lejanía cada vez más difuminada.

Fue aquí que, en el estupor de aquella extraña visión, intervino la voz alta y soberbia del Maligno:

“¡Mira, mira qué espectáculo tan maravilloso!... Toda la juventud se ha puesto de mi parte. Es mi juventud. A muchos he seducido con la lujuria, con la droga, con el espíritu de revolución. Pero a la mayor parte la he ganado con el lazo del marxismo materialista. Casi todos han venido aquí sin los acostumbrados esquís bautismales. Estos jóvenes han pasado a través de escuelas programadas sobre un ateísmo radical, Allí han aprendido que no ha sido aquél de allá arriba quien creó al hombre, sino que el hombre se ha creado estúpidamente a si mismo. Ahora aguerridamente luchan contra Él, que se resiste a desaparecer. Pero desaparecerá. ¡Es fatal! Estos jóvenes míos han aprendido a deshacerse de todas las verdades así llamadas metafísicas. Para ellos existe sólo el mundo material y sensible. Ha sido un universal lavado de cerebro, y nos serviremos de éstos para todos los que se atrevan a mantenerse todavía agarrados a las viejas creencias. Él debe desaparecer de modo absoluto. Pronto vendrá el día en que ni siquiera será recordado su Nombre. Las pocas zonas de resistencia que no lograremos eliminar con nuestra filosofía, lo haremos con el terror. Existe para los que queden, decenas y decenas de hospitales psiquiátricos y centenares de campos de concentración donde les enviaremos a morir. Así para todos los países de la tierra. Uno tras otro deben caer a mis pies, abrazar mi culto, reconocer que el único señor del mundo soy yo...”

* * *

En este punto, mientras el Maligno se exaltaba y se calentaba hablando con tanta seguridad, la plaza de improviso desapareció, y toda aquella muchedumbre desapareció, de toda aquella muchedumbre exterminada no quedaba ni la más pequeña traza, y el discurso del orador cesó como por una inesperada interrupción de corriente. En un instante me encontré en un profundo subterráneo iluminado escasamente, que me hizo recordar los pasillos de las catacumbas romanas, dominadas por un aire de serenidad y de paz.

Visto allá, a lo lejos un punto más luminoso, me dirigí con ánimo y paso seguro hacia aquel lugar. Presentándome, sentí venir a mi encuentro el eco de una oración coral. Me detuve, esperando captar el significado. Imposible; aunque se trataba de una lengua desconocida por mí, comprendí por ciertos motivos que era el Padre Nuestro. Una fuerza interior me animó a seguir caminando. Uno del grupo vestido de pope, se dio cuenta de mi presencia, vino inseguro y excitado a mi encuentro. "Sea alabado Jesús”, le dije. Ante aquel saludo, alargó los brazos y sonriendo me pregunto: "¿Eres acaso un hermano nuestro?».

"Si, soy un hermano vuestro” y nos abrazamos calurosamente.

“En nombre de Dios”, le pedí, “explicadme ¿dónde me encuentro y quiénes sois vosotros?".

“Te encuentras en un subterráneo del país de los sin Dios. Dos veces a la semana, de noche, nos reunimos aquí para nuestras oraciones comunes, para asistir a la liturgia, y dar testimonio de Dios lo mejor que podamos". Sonrió viendo mi estupor y continuó: "Mira, aquí somos apenas un centenar, pero en otros sitios se reúnen incluso más para orar por nosotros, por la patria, por el mundo entero".

“¿Cómo en los tiempos de las catacumbas?”

“Exacto, como en los tiempos de las catacumbas; ésta es nuestra catacumba"

“¿Pero es verdad que Dios ha sido eliminado de este gran país?”

“¡A Dios no se le puede eliminar, querido hermano! Expulsado de la puerta, entra por todas las vías misteriosas que sólo Él sabe abrirse”.

Mi interlocutor se dio cuenta de que estaba conmovido y calló.

* * *

"Veo que también hay jóvenes".

"Aquí cerca de la mitad de los que recogemos son jóvenes. En otros refugios aún son más. Jóvenes que no vienen sólo a orar sino a trabajar. Piensa, querido hermano, después de una jornada de fatiga demasiado extenuante, estos hijitos sacrifican por turnos, horas enteras, para venir aquí a prestar su trabajo”.

“¿Qué hacen?"

"Ven, te lo enseñaré”.

Después en una pequeña vuelta a la derecha, bajados pocos peldaños, nos encontramos en un antro con algunas salidas de seguridad y transformado en una oficina tipográfica rudimentaria: algunas máquinas de escribir; una multicopista que iba velozmente a pedaladas, una atadora y otros utensilios.

“¿Qué están imprimiendo?”.

«Ante todo parte de la Biblia, Evangelios, los Hechos de los Apóstoles, pequeños misales, catecismos, libros de oración y también romances, poesías de escritores no aliados y condenados o expulsados de la patria. Creo que nuestro país una gran parte ha leído ya las obras de Pasternak, de Sinjavskij, de SoIzenitzin; el ejemplo de estos hombres es enorme sobre nuestra juventud.

Apenas ésta se ha dado cuenta de haber estado años y años engañada y embotada por mentiras en los discursos de las plazas, por los libros, en las escuelas, ha sido cogida por un hambre insaciable por la verdad: quieren saber la verdad sobre todo. No te digo la conmoción que nos sucede cuando no logramos escuchar la liturgia transmitida en nuestra lengua por Radio Vaticano".

* * *

Me di cuenta de mi interlocutor mientras me hablaba continuaba examinándome. Pero se dio cuenta que conmigo podía hablar libremente, y continuó hasta vaciar el saco. Me retiró un poco a un lado y acercándose un poco más, me tomó las manos en las suyas y continuó: "Mira, yo soy un pope pero hace años que disiento con mi superior local, demasiado politizado por el régimen y pasado al servicio del partido. He sido obligado por tanto a vivir escondido. Estos jóvenes lo saben; la voz ha pasado de éste a los demás refugios y así me toca vivir de uno al otro para el servicio religioso. ¡Qué jóvenes tan queridos¡ Me han dado toda su confianza. Me tratan como a un padre. Me abren su alma, ¡y si vieses qué almas!. ¡Sobre todo son héroes!

“¡Y esto en el país de los sin Dios!”

"Oh, no ¡no digas esto! ¡Aquí Dios existe, y trabaja con su gracia y obtiene! Créeme, en estos 60 años de prueba infernal el pueblo ruso ha dado a Dios ejércitos de Santos y de mártires como nunca en la historia pasada. Todo lo que este pueblo ha sufrido y está sufriendo no es algo perdido. Yo pienso que sea el largo invierno que prepara en nuestro país una primavera jamás vista, un renacimiento religioso que será la envidia de tantos países libres. Mira, yo soy acusado demasiado de hacer cristianos: estos jóvenes lo saben y de aquí su confianza. Piensa: entre ellos hay quienes saben de memoria el evangelio de San Juan, alguna carta de los apóstoles, la Pacem in terris, La Lumen gentium, el Credo de Pablo VI. Y editan y difunden todo esto. Rusia está llena de estos libros.

“¡Dios, Dios mío! ¡Qué cosas tan grandes me dices, hermano mío!"

“¿También tú eres sacerdote?”

“Sí”

Me abrazó y me besó: "¿Y vienes de Italia?... ¿De Roma?... Aquí dicen que Italia es toda comunista, ¿Es esto posible?.

«Toda no, pero una parte si".

¡Es increíble! ¿Pero saben qué significa vivir bajo el comunismo? Aquí en Rusia no hay ninguno que crea en ellos. Aquí ha sido suficiente que nuestros jóvenes habían aprendido a hacer la comparación entre la propaganda oficial y la realidad de la vida de nuestro país para perder la fe en la ideología del partido".

"Precisamente lo que en Italia no logramos hacer creer especialmente a los jóvenes. ¡Es un fenómeno de monstruosa ceguera!"

Me llevó todavía un poco más hacia un lado y continuó: "Mira, aquí el materialismo nos ha cazado en una calle ciega. El alma rusa no sabe prescindir de una explicación del hombre y del mundo, y como el materialismo en esto ha fallado, nos lanza con una sed instintiva a los valores espirituales, a la iglesia, a Dios. La ideología marxista nos lleva a la muerte y al nada, y nuestro pueblo tiene enraizada en el alma la fe en el más allá. Tú no puedes creer qué acrobacias de prudencia realiza esta pobre gente para poder decir un De profundis en la tumba de algún familiar sepultado recientemente. Cuántos vericuetos son necesarios para obtener en Pascua un poco de pan bendecido para distribuir en la mesa, después del saludo familiar "Cristo verdaderamente ha resucitado"

“Todo esto, querido hermano, lo sabemos y nos conmueve inmensamente”

“¿Entonces porque los italianos quieren caminar bajo el comunismo ateo?”

"Porque muchísimos creen más en el demonio que en Dios: Esta es la verdad"

“Estos jóvenes han comprendido que sólo El cristianismo pone el máximo acento sobre el valor de los derechos de la persona humana: el socialismo habla sólo de colectivismo, de masa, para él el individuo no existe".

“A este paso, hay que esperar que el más grande estado comunista del mundo, por la lógica de las cosas, pueda desenvolverse en la más grande fuerza anticomunista”

“Lo pensamos todos, hermano, aunque somos pocos a decirlo, porque es horrible el terror que se tiene de los juicios, del lavado de cerebro, de los campos de concentración diseminados por todo el territorio ruso. Aquí, sin embargo, la ideología marxista se rige únicamente por la fuerza. Pero el día en que ésta caiga - sólo Dios sabe cuándo- Rusia se presentará con un rostro completamente nuevo, religiosamente probada, gracias a la experiencia del martirio que ningún pueblo ha sufrido hasta ahora”

"Nosotros confiamos mucho en las promesas de la Virgen de Fátima”.


"¡Oh, la Santa Madre de Dios! ¡Si supieses cómo la venera nuestro pueblo! Y es Ella quien ha conservado - aunque en ciertos momentos muy reducida - nuestra fe. Sus imágenes han desaparecido de casi toda las casas, pero muchísimos las conservan escondidas, y sobre todo la invocan”

“¿Crees que pronto la oposición de los jóvenes, de los intelectuales, de la clase que reflexiona podrá aumentar?”

"Para mí es una cosa muy cierta. Y esto sucederá poco a poco a medida que progresará el descubrimiento alegre de la fe cristiana y la persuasión en muchos ya radicada de que el cristianismo es la única fuerza capaz de cambiar el mundo. Si entre nosotros se recogiesen las voces de nuestros convertidos del materialismo, pensarías en el milagro de un nuevo Pentecostés."

«Puedo decirte que muchas de estas voces llegan a nuestro país. Existen también antologías que las recogen, pero, por desgracia, no todos las leen".

"Conservamos cartas que nos llegan de los campos de concentración. Son de hombres, mujeres, de jóvenes allí condenados que nos animan a conservar intacta nuestra fe en Dios: imposible leerlas sin estremecerse de conmoción y sin llorar”.

En Italia se lee mucho El Doctor Zivago de Pasternák, La otra litera tura de Molicev, Padre Dimitrij Dunko, Párroco en Moscú,

Un golpe de gong anunció la recitación en común del Padrenuestro.

* * *

Aquí me desperté. Pero me di cuenta que a arrancarme del sueño fue un gran golpe en la puerta de la habitación. Miré el reloj, era todavía muy pronto. Un nuevo golpe me hizo saltar y grité: «¿Quién es?" La respuesta fue una risa burlona loca y sin sentido que me advirtió de inmediato de la presencia de él.

"¿Qué bello sueño, eh? Te habrá gustado mucho, pienso, Quizás incluso te habrá dejado la boca dulce. Pensando de nuevo, ¿serías capaz de creer todas aquellas bellas noticias?”

`Es una terrible desbaratadora de mis planes. Es una devastadora de mi reino. No me deja conseguir una victoria y ya me prepara una derrota. Me la encuentro siempre entre los pies. Siempre ocupada en atravesarse en mi camino, a suscitare fanáticos que la ayudan a arrebatarme almas. Allí donde más clamorosas son mis conquistas, en un silencio capilar ella multiplica las suyas. Pero ahora ha llegado el tiempo en que obtendré sobre ella victorias jamás vistas...

"¡Efímeras como las demás!”

Aún un breve silencio. “¡No serán efímeras!.. Esta vez será una victoria total. Creía estar al seguro en una fortaleza inalcanzable. ¡Ahora os he abierto una brecha que será peor que la primera!...”

“¿Qué brecha? Pienso que corres demasiado. Estás muy seguro de ti mismo".

“Tengo de mi parte también a los teólogos. Los mis presuntuosísimos doctores, Si fuese capaz de amar, serían mis amigos más queridos. Vuestros cultivadores del dogma van abandonando una tras otra vuestras posiciones. Los he inducido a avergonzarse de ciertas fórmulas ridículas. A avergonzarse antes que nada de creer en mi existencia y en mi trabajo en medio a vosotros: Cosa para mí comodísima".

"¿Y con esto, crees?

“De este modo, las fábulas de la Inmaculada Concepción, de la Maternidad Divina, de la siempre Virgen, de la omnipotente llena de gracia están siendo desmoronadas como miserables necedades. Dentro de pocos años quedará solo el recuerdo - vergonzante recuerdo - de tan estúpidas leyendas. Mucho he debido esperar pero ahora ha llegado finalmente mi tiempo. ¡Definitivamente ha llegado mí hora! ¡Si supieras lo bien que trabajan mis aliados: curas, frailes, doctores!... ¿Dónde están ahora los fanáticos de su culto, sus calenturientos simpatizantes?”

“Si, las creo todas como cosas verdaderas."

"No me maravillo, conozco tu credulidad. Crees también en los sueños".

“¡Cuántos sueños han venido de Dios!”

"¿Entonces serías capaz de probarme que una sola de todas aquellas tonterías responda a la verdad? Venga, una prueba”.

Estuve un tiempo sobre mí mismo, después apretando fuerte entre las manos la corona del Rosario, me senté sobre la cama y con tono imperativo dije:

Ya que vienes a desafiarme, en nombre de Ella, que es tu enemiga capital, te ordeno decirme si en aquel sueño había una sola mentira."

“Es todo una mentira”.

"Tú debes responder en nombre de Ella, te lo he dicho, en nombre de Ella."

En vez de responder, el Maligno se enfureció como no lo había hecho nunca. Parecía que estuviese desencadenando un terremoto.

“En vez de hacer toda esta comedia, te ordenó responder: Debes decirme que aquel sueño era verdad. Vamos, en nombre de María, te lo ordeno, responde”

Lo sentí gritar como un león herido de muerte y le vi desaparecer.
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