miércoles, 3 de marzo de 2010

DENTRO DEL VATICANO TAMBIÉN HAY SATANISTAS SEGÚN D. GABRIEL AMORTH.

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Padre Amorth, exorcista: «Dentro del Vaticano también hay satanistas»
larazon.es: 6:01 28-02-2010
Padre Amorth, exorcista: «Dentro del Vaticano también hay satanistas»

MADRID- El sacerdote italiano Gabriele Amorth, uno de los exorcistas más respetados del mundo, no se muerde la lengua: «Tenemos muchísimos sacerdotes y obispos que ya no creen en Satanás», asegura. A sus 85 años acaba de publicar sus memorias, en las que alerta contra la presencia de su mayor enemigo fuera y dentro de la Iglesia. Así lo corrobora en una reciente entrevista al diario italiano «Il Foglio»: «Muchos prelados no creen en el demonio e incluso llegan a decir en público que el infierno y el demonio no existen. ¡Y sin embargo, Jesús, en el Evangelio, habla de ello abundantemente, por lo cual cabría preguntarse si no han leído el Evangelio o no creen en él en absoluto!», sostiene.
A la pregunta de si hay miembros de sectas satánicas en el Vaticano, responde sin vacilar: «Sí, los hay. Sacerdotes, monseñores y también cardenales. Lo sé por personas que lo han conocido directamente.Y además es una cosa “confesada” en otras ocasiones por el mismo demonio, bajo obediencia, durante los exorcismos», explica. Asegura que el Papa está al tanto de todo: «¡Claro que lo sabe! Pero hace lo que puede. Es algo sobrecogedor. Tenga presente que Benedicto XVI es un Papa alemán, viene de una nación decididamente contraria a todas estas cosas. En Alemania, de hecho, prácticamente no hay exorcistas –¡hay naciones enteras sin exorcistas!–, y sin embargo el Papa cree en ello: he tenido ocasión de hablar con él en tres ocasiones, cuando todavía era prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe. Nos recibió como asociación de exorcistas, hizo un gran discurso, animándonos y elogiando nuestro apostolado. Ha hablado de esto explícitamente y en público en varias ocasiones. Y no olvidemos que del diablo y de exorcismos habló muchísimo también Juan Pablo II», recuerda. «Pablo VI levantó un velo de silencio y censura cuando dijo aquello de que “el humo de Satanás ha entrado en la Iglesia”, pero no tuvo consecuencias prácticas. Y creo que es necesario dar la señal de alarma», afirma.
El Padre Amorth recibe en su estudio a centenares de personas al año. De éstas, «sólo unas pocas están verdaderamente poseídas. La mayoría tiene simplemente graves problemas psiquiátricos. Pero hay poseídos», dice. Se presentan para ser liberados. Lo hacen espontáneamente, aunque la «presencia» que posee su cuerpo hace todo lo posible para que los exorcismos no surtan efecto. La mayor parte de la gente queda poseída después de haber participado en misas negras o ritos satánicos. «Don Amorth» tiene un método para reconocer si una persona está verdaderamente poseída: el agua bendita. «Una vez preparé para una mujer una mesa con dos vasos, uno con agua común y otro con agua bendita. Cuando bebió el agua bendita, pasó de niña atemorizada a persona encolerizada. Con un timbre de voz grave, como si un hombre hablara dentro de ella, me dijo:“¡Te crees muy listo, cura!”. Comencé la oración de exorcismo y sólo una hora después, cumplido el rito, sucedió la liberación en la iglesia».

«Faltan exorcistas formados»
La batalla del padre Amorth se libra en dos frentes: contra su habitual enemigo y contra el silencio o la incredulidad de la Iglesia: «El Código de Derecho Canónico dice que los exorcistas deberían ser elegidos entre la flor y nata del clero», explica. «Y sin embargo, no es así. A menudo, los mejores sacerdotes son destinados a ser obispos u a otros cargos. Y los exorcistas que hay tienen poca experiencia, cuando debería ser al revés», se lamenta, mientras recuerda su formación al lado del padre Amantini, exorcista durante más de 40 años en Roma: «A él le debo todo lo que soy», afirma.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Esta información la recogía el periódico LA RAZÓN, este periódico llegó a un concierto con la Iglesia Católica para que todas las información que genere la iglesia sean publicadas por este periódico.

Curiosamente si ahora pinchan sobre el enlace del periódico, te dicen que esta información ha sido eliminada.

Hasta ahora al único exorcista que la Iglesia ha respetado ha sido a D. Gabriel Amorth pero aquí en España ya se ve que no. No obstante este gran hombre y sacerdote santo, licenciado en derecho por mas señas y mariano al 100X100 la iglesia lo tiene relegado como a todo los exorcistas, dejándole un cuartucho de 10 m2 para ejercer su bendito ministerio, La liberación de una persona poseída es de lo mas gratificante aun sabiendo que esta se produce porque viene de lo alto, todos los sinsabores, los esfuerzos sin tregua y el riesgo que se asume al tratar con este tipo de miuras (demonios), quedan completamente compensados.
Si D. Gabriel Amorth afirma que dentro de la iglesia hay satanistas o satánicos es porque es verdad, yo me inclino mas porque sean luciferinos porque este demonio es el que apadrina, si no es el mismo, a la bestia. El demonio está detrás de los pecados capitales del hombre y si hay alguno que prepondere mas sobre el resto es la lujuria, ya no digamos en la pedofilia y los sacerdotes con este problema son auténticos peleles del demonio, no sería descabellado pensar que los casos de suicidio entre las víctimas de sacerdotes pedófilos en Alemania, tenga que ver con el diablo también y es que esta puede ser una causa de transmisión de demonios.
Si pusiera la iglesia el mismo empeño que tiene en silenciar a los exorcistas, en evitar que se reproduzca la pedofilia sobre sus sacerdotes no estaríamos ahora mismo con todas esta noticias escandalosas que hacen que se sonroje hasta el propio Vicario de Roma y con el todos los cristianos que deseamos una iglesia a la que confiarnos y donde la santidad se palpe y se vea.
Hagan ustedes un buen uso con nuestros impuestos, cuando marcamos la casilla de la iglesia en nuestra declaración de hacienda es para que lo empleen en hacer el bien y no en fomentar el mal, cierren las puertas al demonio y sean castos y fomenten las virtudes que contrarresten los pecados capitales que son siete y nos hemos centrado solo en la lujuria.

Unknown dijo...

Quiero y deseo hacer algunos comentarios a mi escrito, todo se escribe por lo que supuestamente ha dicho D. Gabriel Amorth pero puede suceder que algún periodista le haya tendido una trampa, o bien ha sacado su declaración de contexto. En ese caso si no ha dicho lo que los medios reflejan yo tampoco puedo sostener lo que escribo puesto que parto de que son ciertas sus afirmaciones.

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